jueves, 28 de noviembre de 2013

EL DIEZMO

EL DIEZMO
La gran diferencia entre los que toman en serio su fe y los otros; entre los cristianos que llamamos profesionales y los que hemos llamado aficionados, está en el diezmo. Los que toman en serio a Dios, los que le han entregado todo lo que son y todo lo que tienen, son los que dan el diezmo, porque reconocen que todo lo que tienen viene de Él y que, por tanto, le pertenece.
Ésa es la línea divisoria entre los cristianos. Los que no dan el diezmo a la iglesia no toman en serio a Dios que estableció la iglesia. Y la iglesia que no enseña y no pide el diezmo tampoco toma en serio a Dios. Pero, además, priva a sus fieles de una gran oportunidad de ser bendecidos.
Cuando tú le entregas tu dinero a Dios, le estás probando tu fidelidad. En recompensa Él derramará sus bendiciones sobre ti. Primero las espirituales, que son las más importantes. Fortalecerá sus lazos contigo, porque sabe que eres suyo. Y después te dará las bendiciones materiales que tú necesitas para desarrollarte plenamente.

(Estos párrafos están tomados de un artículo del mismo título publicado hace nueve años).

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