viernes, 21 de noviembre de 2014

LA REVANCHA DE DIOS

LA VIDA Y LA PALABRA
Por José Belaunde M.
LA REVANCHA DE DIOS
Este artículo fue publicado hace nueve años en la revista “Testimonio” del Instituto de Estudios Social Cristianos. Su texto se refiere al intento fallido que hizo la Comunidad Europea de dotarse de una constitución. Lo publico ligeramente revisado en este marco porque creo que contiene una enseñanza muy actual en el contexto histórico que vivimos.
Dos referendos sucesivos en Francia y Holanda han rechazado la Constitución que la Unión Europea quería darse para consolidar su estructura política y económica. Esta negativa inesperada de las poblaciones de dos países que han sido actores principales de la unificación europea es sorprendente pues rechaza lo que en términos generales es de gran beneficio para ellos. ¿Cómo explicarse ese resultado?
En el rechazo inesperado del proyecto de Constitución, cuya aprobación se daba por descontada, debe verse la revancha de Dios por el hecho de que los redactores del texto de la Constitución se negaron obstinadamente a incluir en el Preámbulo de la misma toda referencia al origen cristiano de la civilización europea. Ésa es una actitud de ingratitud increíble hacia la fe que bien puede considerarse como la madre de una cultura que ha sido llamada con razón “occidental cristiana”.
Así como Dios confundió la lengua de los que construían una torre que pretendía llegar al cielo (Gn 11:1-9), Dios ahora ha confundido las mentes de los ciudadanos de esos países que pretenden edificar una unidad política poderosa a sus espaldas. Como los constructores de Babel tuvieron que abandonar su proyecto, los pueblos europeos, presos de un secularismo fundamentalista que pretende borrar a Dios de la historia y de su vida, tendrán que reformular su proyecto político, y repensar las bases históricas sobre las que quieren fundar su prosperidad futura.
La civilización europea –la más alta forma de desarrollo cultural, científico y económico que ha alcanzado la especie humana en la historia, y que en el último siglo se ha extendido por el mundo entero- fue gestada y amamantada por el Cristianismo, sobre la base de las ruinas de la civilización greco romana arrasada por las invasiones de los pueblos bárbaros. Los pueblos invasores que se establecieron en el Sur de Europa fueron civilizados a medida que eran evangelizados, de manera que ambos procesos avanzaron a la par. Las tribus germánicas que se establecieron al Norte del Rin y del Elba fueron incorporadas a la civilización por los monjes que les llevaron el Evangelio junto con la cultura. Los restos escritos de la sabiduría antigua, que escaparon al pillaje, se refugiaron en los monasterios, en torno a los cuales surgieron nuevas ciudades. Durante siglos de ignorancia generalizada los clérigos eran los únicos que sabían leer y escribir, y eran por eso los ministros y consejeros de los reyes analfabetos. Las universidades –gloria de la cultura europea y cuna de la ciencia moderna- nacieron y crecieron a la sombra de las catedrales.
Una sola fe daba unidad a pueblos de lenguas y origen diversos que, antes de que se constituyeran las naciones modernas, tenían una patria común, la Cristiandad. Todavía en el siglo XVI, cuando ya el vigor de la fe declinaba, la ética protestante del trabajo y del ahorro promovió la acumulación del capital que permitió dos siglos después el surgimiento de la revolución industrial que aún perdura.
Los misioneros europeos plantaron la fe en las costas que iban descubriendo y colonizando; los emigrantes puritanos del Mayflower le dieron a las colonias británicas de Norteamérica un imborrable sello cristiano; y el avivamiento metodista del siglo XVIII salvó a Inglaterra de sufrir una suerte parecida a la que sufrió Francia con la sangrienta Revolución Francesa; por no hablar del movimiento luterano pietista que marcó la cultura alemana de los siglos XVII al XIX.
¿Cómo puede la hija ingrata renegar de la madre que le dio a luz, la alimentó, le enseñó a hablar, la ayudó a dar los primeros pasos, y la guió en su desarrollo?
Visto desde otra perspectiva la abjuración de sus orígenes cristianos es una forma de traición a los ideales de los tres impulsores principales de la Comunidad Europea en sus comienzos (Robert Schuman de Francia, Konrad Adanauer de Alemania y Alcide de Gasperi de Italia) que eran creyentes convictos y confesos, y que hallaban en su fe la inspiración para su accionar político cuando, terminada la segunda guerra mundial, el comunismo ateo amenazaba avasallar Europa.
A lo anterior se podría agregar que la apostasía de la gran mayoría de la población europea se manifiesta en nuestros días en el rechazo que toda referencia a Dios suscita en los debates públicos, en la persecución efectiva que experimentan las iglesias independientes (evangélicas) a las que se califica de sectas, negándoles la apertura de locales de culto o de estudio; en la marginación de las personas que tienen la osadía de confesar su fe abiertamente.
¿Tendrá esta actitud de rechazo de Dios consecuencias para su futuro? El hecho es que Europa, como ya sus autoridades alarmadas lo han anunciado, parece haberse condenado a sí misma a la extinción, porque las parejas se niegan egoístamente a tener hijos, para evitar el sacrificio económico y de su libertad que tenerlos conlleva. El resultado es que la población de origen europeo del continente está disminuyendo progresivamente, al mismo tiempo que aumenta la población de origen turco o árabe, sea por la alta tasa de nacimientos de los que están allí ya establecidos, sea por la constante inmigración proveniente de países islámicos.
Como se jactaba orgullosamente el fallecido dictador de Libia, Muamar Gadafi, en cincuenta años el Islam habrá conquistado Europa sin disparar una bala, porque la mayoría de la población será musulmana.

En cuanto a nosotros en el Nuevo Mundo, nuestra firme esperanza es que el Evangelio seguirá creciendo vigorosamente como la ha venido haciendo en las últimas décadas.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

PORNOGRAFÍA Y VIOLENCIA


LA VIDA Y LA PALABRA
Por José Belaunde M.
PORNOGRAFÍA Y VIOLENCIA
El presente artículo fue publicado a fines de la década del setenta en un medio impreso hoy desaparecido. Eran los finales del régimen militar y había en el país un clima de agitación que llevó a la convocación de elecciones presidenciales. Como puede verse, su contenido fue involuntariamente profético. Lo he revisado para ponerlo al día y lo publico nuevamente con pocos cambios, porque creo que su mensaje sigue siendo actual.

Desde hace cerca de dos años se observa en Lima la aparición de una serie de publicaciones y revistas abiertamente pornográficas: sus carátulas están adornadas de desnudos llamativos y sus artículos explotan y azuzan la curiosidad de los lectores acerca de temas sexuales. De otro lado, a las películas eróticas algo osadas que se exhibían antes, ha sucedido una avalancha de “films” de franco corte pornográfico. En varios programas de TV los participantes asumen actitudes y gestos descaradamente eróticos como motivo de broma.
Se observa al mismo tiempo en los últimos meses una agravación de los fenómenos de violencia que asumen algunas características inéditas en nuestro medio: desafío abierto a la autoridad, toma de rehenes, asalto a lugares públicos, etc., que configuran los primeros síntomas de un fenómeno que aflige terriblemente a otros países.
Esta simultaneidad de fenómenos no es una mera coincidencia; hay más bien una estrecha vinculación entre ambos. En gran número de países, con excepción de los escandinavos, la aparición de la violencia como fenómeno endémico ha seguido de cerca a la difusión abierta de material pornográfico. Esta vinculación es más marcada en aquellos países como los nuestros, en donde el contraste entre pornografía y moralidad tradicional es más grande.
Yo caí por primera vez en la cuenta de la vinculación que existe entre pornografía y violencia cuando, residiendo temporalmente en Nueva York a inicios de la década del setenta, leí que el lugar más violento del mundo, en el que ocurrían más asesinatos por metro cuadrado, era nada menos que Times Square, la zona de Broadway en la isla de Manhattan que pocas décadas antes había sido el centro glamoroso de los espectáculos, las comedias musicales y el cinema. Pero en los años setenta se había convertido en el antro repugnante de la pornografía. Las funciones teatrales de calidad habían emigrado a otros barrios de la isla, los prestigiosos cines antiguos de estreno, si no habían cerrado, estaban dedicados a la exhibición de películas pornográficas, y las calles estaban llenas de prostitutos homosexuales que se ofrecían por la noche a los transeúntes. Era un lugar para salir corriendo.
Si bien no existe una demostrada relación causal directa entre pornografía y violencia, es fácil comprender el vínculo que existe entre ambos fenómenos si se recuerda que el proceso civilizatorio de la humanidad ha sido uno de dominio paulatino, afinamiento y sublimación de los impulsos instintivos de origen animal. Una lenta evolución ha llevado a la especie humana desde una etapa en que las necesidades vitales (alimentación, vivienda, procreación, etc.) se satisfacían mediante el uso de la fuerza, a una en que la satisfacción de esas necesidades se efectúa a través de canales establecidos por un orden más o menos respetado, y en que la agresividad ha asumido formas sutiles de manifestarse.
La clave de bóveda de este proceso de afinamiento de los impulsos instintivos ha sido el dominio adquirido, o impuesto, sobre el instinto sexual. De ahí que todas las civilizaciones de la historia, sea a través del orden social o de la religión, hayan puesto un énfasis primordial en educar y normar la conducta sexual del hombre. Cuestionada esta llave maestra todo el edificio de frenos e inhibiciones morales y sociales empieza a desmoronarse.
De otro lado, es conocida la vinculación que existe entre agresividad y sexo. Los impulsos agresivos pueden expresarse sexualmente y, viceversa, los impulsos sexuales pueden manifestarse en forma de agresión, es decir, se expresan en forma de actos tales como la violación y el acoso. Ahora bien, las imágenes contempladas en revistas, películas y TV exacerban los impulsos instintivos e inflan las expectativas de satisfacción sexual. Como estas expectativas crecidas no pueden ser satisfechas en el mundo real, se produce un fenómeno de sustitución en que la agresión provee el canal por el que se descargan las tensiones y frustraciones acumuladas. Es obvio que este fenómeno incide más en las personalidades inestables y en los jóvenes, que no la tienen aún plenamente formada.
En suma, la difusión de la pornografía contribuye significativamente a la creación de un clima psicológico en que la violencia puede prosperar, en que las tensiones sociales encuentran fácilmente una válvula de escape en actos de violencia irracional. (Nota)
No es necesario subrayar los prejuicios que a la sociedad causan la violencia y el terrorismo. Además de producir enorme sufrimiento individual, la violencia perturba la marcha normal de las actividades sociales; su necesaria prevención y represión absorben considerables recursos humanos y económicos. Aún más, la sola existencia de la violencia interfiere en los actos de gobierno, o en la administración de justicia, porque el temor a una represalia hace que los individuos se inhiban de actuar. El caso de los jueces y fiscales en Italia que se inhiben, o renuncian, a causa de las amenazas de la mafia, es un ejemplo patente. En nuestro país, como bien sabemos, los fiscales y jueces, los testigos, las autoridades locales y los candidatos a las elecciones, son objeto de amenazas, ataques y asesinatos. Por último, ciertos actos de terrorismo pueden paralizar la marcha de un gobierno, al enfrentarlo a dilemas penosos, cuya solución acapara toda su atención.
Si se quiere evitar que la violencia endémica se instale definitivamente como un fenómeno normal en nuestra sociedad, como ha sido el caso de tantos países, es necesario poner coto ya a la difusión pública de material pornográfico en los tres canales de difusión principales: la prensa escrita (diarios y revistas), el cine y la televisión.
La libertad de prensa, que protege la libre difusión de las ideas, no puede amparar a la pornografía por el mismo motivo por el que la libertad de comercio no ampara al tráfico de drogas.
A este respecto debe hacerse una distinción clara entre dos aspectos del fenómeno de la pornografía. Hay la pornografía que el individuo busca voluntariamente, y por la que está dispuesto a pagar un precio (cuya difusión está prohibida por la ley), y la pornografía a la que, como el ruido o la lluvia en las calles, están expuestos todos, quiéranlo o no: las carátulas de las revistas exhibidas en los quioscos, los afiches de publicidad de películas en las puertas de los cines y en carteles, los anuncios de las películas pornográficas en los diarios y, recientemente, ciertos “sketches” publicitarios y escenas de algunas series y programas televisivos importados, o producidos localmente.
Es sobre todo esta segunda forma la más insidiosa que es necesario atacar, porque afecta más a los menos preparados para defenderse de su influencia, esto es, a los niños y jóvenes.

Para cumplir esta tarea no es suficiente adoptar medidas paliativas, intermitentes, que hasta ahora se han demostrado ineficaces. Es necesario atacar el problema con consistencia y perseverancia, tomando medidas concretas que, sin violar los preceptos constitucionales, frenen con eficacia la difusión de la pornografía.
Lo más adecuado sería una combinación calculada de medidas directas reglamentarias (con normas y prohibiciones pertinentes), y de trabas indirectas de orden administrativo-burocrático y tributario que desalienten no sólo la producción o importación del material pornográfico, sino también su distribución y comercialización en detalle.
Estamos todavía a tiempo para contener el afloramiento incipiente de la violencia endémica en nuestro país –decía yo entonces- pero la tarea urge; una vez instalado, el fenómeno adquiere una dinámica propia, independiente de los factores que contribuyen a generarlo.
Esto es precisamente lo que ha ocurrido en nuestro país. La violencia en sus diversas formas, incluyendo la más cruel y perniciosa de todas, esto es, el sicariato, se ha instalado en nuestra sociedad, y el número de asesinatos a mansalva ha aumentado exponencialmente. De no ponerse coto a este fenómeno la inseguridad en nuestro país podría alcanzar los niveles terribles a que ha llegado en Colombia, Centroamérica o México. Dios nos libre.
Nosotros no podemos ignorar que la pornografía es un ataque a la santidad de Dios, que creó el sexo como medio para la propagación de la raza humana, y para el contentamiento mutuo de los hombres y mujeres unidos en matrimonio. Por ello el acto sexual es una acción santa. Todo lo que lo degrade atenta no sólo contra el Creador, sino también contra la dignidad de la criatura, esto es, de la persona humana.
Nota: Es conocido el hecho de que la mayoría de los asesinos en serie que han sido condenados a muerte en los EEUU eran adictos a la pornografía. Más aún, antes de iniciar su carrera criminal habían caído en la adicción a la pornografía.
Amado lector: Jesús dijo: “De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?” (Mr 8:36) Si tú no estás seguro de que cuando mueras vas a ir a gozar de la presencia de Dios es muy importante que adquieras esa seguridad, porque no hay seguridad en la tierra que se le compare y que sea tan necesaria. Con ese fin yo te exhorto a arrepentirte de todos tus pecados y te invito a pedirle perdón a Dios por ellos haciendo la siguiente oración:
 “Jesús, tú viniste al mundo a expiar en la cruz los pecados cometidos por todos los hombres, incluyendo los míos. Yo sé que no merezco tu perdón, porque te he ofendido conciente y voluntariamente muchísimas veces, pero tú me lo ofreces gratuitamente y sin merecerlo. Yo quiero recibirlo. Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados y de todo el mal que he cometido hasta hoy. Perdóname, Señor, te lo ruego; lava mis pecados con tu sangre; entra en mi corazón y gobierna mi vida. En adelante quiero vivir para ti y servirte.”
ANUNCIO: YA ESTÁ A LA VENTA EN LAS LIBRERÍAS CRISTIANAS Y EN LAS IGLESIAS MI LIBRO “MATRIMONIOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO” (VOL I) INFORMES: EDITORES VERDAD & PRESENCIA. AV. PETIT THOUARS 1191, SANTA BEATRIZ, LIMA, TEL. 4712178.

#852 (26.10.14). Depósito Legal #2004-5581. Director: José Belaunde M. Dirección: Independencia 1231, Miraflores, Lima, Perú 18. Tel 4227218. (Resolución #003694-2004/OSD-INDECOPI). 

jueves, 13 de noviembre de 2014

PARA LEER EL LIBRO DE PROVERBIOS III

LA VIDA Y LA PALABRA
Por José Belaunde M.
PARA LEER EL LIBRO DE PROVERBIOS III
Continuamos con la descripción de las diversas formas de paralelismo iniciada en el artículo anterior.
Otra forma de paralelismo frecuente es el que podríamos llamar “comparativo”, y que se caracteriza por las palabras “mejor es”, o “más vale”, o similares, en que se yuxtapone el valor o la utilidad de los bienes para el bienestar del hombre, dependiendo de las condiciones psicológicas.
Los ejemplos son numerosos:
“Mejor es lo poco con el temor de Jehová,
Que el gran tesoro donde hay turbación.” (Pr 15:16),
y también:
“Mejor es la comida de legumbres donde hay amor,
Que de buey engordado donde hay odio.” (15:17).
Ambos proverbios recalcan la superioridad de lo espiritual sobre lo material.
Véase también:
“Más vale el despreciado que tiene servidores,
Que el que se jacta, y carece de pan.” (12:9).
Ya hemos mencionado el paralelismo que llamaremos “emblemático”, y que traza una analogía entre dos situaciones de diferentes esferas de la vida para que el lector saque la conclusión práctica. En esta forma de paralelismo es usual que se emplee los adverbios “como” y “así” (aunque en el original hebreo pueden estar sólo implícitos):
“Como no conviene la nieve en el verano,
ni la lluvia en la siega,
así no conviene al necio la honra.” (26:1)
“Como el gorrión en su vagar,
y como la golondrina en su vuelo,
así la maldición nunca vendrá sin causa.” (26:2)
Véase también Pr 25:25,26,28.
A partir de la tercera sección del libro (22:17) proliferan los proverbios que constan de cuatro, cinco o más líneas. A ellos los llamaremos “tetraestico”, “pentaestico”, “sextaestico”, “heptaestico”, “octoestico”, etc., según el número de líneas que contenga. El siguiente es un ejemplo de heptaestico:
“Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios,
Y aplica tu corazón a mi sabiduría;
Porque es cosa deliciosa
Si las guardares dentro de ti;
Si juntamente se afirmaren sobre tus labios.
Para que tu confianza sea en Jehová,
Te las he hecho saber a ti también.” (22:17-19).
Otra forma de paralelismo es el “numérico”, del cual hay varios ejemplos en el capítulo 30:
“Tres cosas me son ocultas;
Aun tampoco sé la cuarta:
El rastro del águila en el aire;
El rastro de la culebra sobre la peña;
El rastro de la nave en medio del mar;
Y el rastro del hombre en la doncella.” (30:18,19).
Véase también los proverbios 30:21-23 y 30:24-28.
En el caso de los versículos 30:15,16 la primera línea del versículo 15 hace las veces de introducción a lo que sigue, pero podría ser suprimida sin alterar el significado del proverbio, aunque provee una imagen llamativa:
“La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame!
Tres cosas hay que nunca se sacian;
Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta!
El Seol, la matriz estéril,
La tierra que no se sacia de aguas,
Y el fuego que jamás dice: ¡Basta!”
También hay un versículo numérico en el capítulo 6:16-19:
“Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al  mal,
El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.”
Me queda mencionar el poema alfabético o acróstico, que consiste en que cada línea, o cada versículo, empieza con una letra diferente de las 22 consonantes de que consta el alfabeto hebreo, artificio poético que, por lo demás, era también usado por la literatura sapiencial de otras lenguas con su propio alfabeto.
Existen numerosos salmos acrósticos (Nota 1), el más famoso de los cuales es el salmo más largo del Salterio, el 119, en el que cada una de las ocho líneas de las 22 estrofas que lo constituyen, comienza con una consonante diferente. Lamentablemente –exceptuando el salmo 119- ninguna de las versiones españolas de los salmos que he visto (salvo Nácar-Colunga y la Biblia de Jerusalén) consigna los nombres de las letras hebreas, por lo que el lector no es conciente del uso de este recurso poético.
En el libro de Proverbios hay un poema acróstico famoso: “El Elogio de la Mujer Virtuosa”. Este poema magistral de 22 versículos, describe a la esposa ideal, que no sólo hace feliz a su marido, sino que contribuye al bienestar de sus hijos y de su hogar, y termina siendo elogiada por todos:
Alef     “Una mujer virtuosa ¿quién la hallará?
             Su valor supera en mucho al de las joyas.
Bet     En ella confía el corazón de su marido
             Y no carecerá de ganancias.
Guimel          Ella le trae bien y no mal
             Todos los días de su vida.
Dalet  Busca lana y lino,
             Y con agrado trabaja con sus manos.
He        Es como nave de mercader,
             Trae su pan de lejos.
Vau    Se levanta cuando aún es de noche
             Y da de comer a los de su casa
             Y ración a sus criadas.
Zain    Considera la heredad y la compra
             Y planta viña del fruto de sus manos.
Jet      Ciñe de fuerza sus lomos
             Y fortalece sus brazos.
Tet      Ve que van bien sus negocios;
             Su lámpara no se apaga de noche.
Yod    Extiende sus manos a la rueca,
             Y sus manos al huso.
Kaf     Alarga sus manos al pobre,
             Y extiende sus manos al necesitado.
Lamed           No tiene temor de la nieve por los de su casa,
             Porque en su casa todos llevan ropas dobles. (2)
Mem   Ella se hace mantos lujosos,
             De lino fino y púrpura es su vestido.
Nun    Su marido es considerado en las puertas,
             Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Sámek           Hace túnicas de lino fino y las vende,
             Y da cinturones al mercader.
Aín      Fuerza y dignidad son su vestidura,
             Y se alegra del día de mañana.
Pe       Abre su boca con sabiduría,
             Y la ley de clemencia está en su lengua.
Tsade            Considera los caminos de su casa,
             Y no come su pan de balde.
Qof     Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada,
             Y su marido también la alaba:
Resh  Muchas mujeres hicieron el bien,
             Pero tú las superas a todas.
Sin      Engañosa es la gracia y vana la hermosura,
             La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
Tau    Dadle del fruto de sus manos,
             Y alábenle en las puertas sus hechos.”
(Pr 31:10-31)
Notas: 1. Los salmos 9,10,25,34,37,111,112,119,145 son acrósticos.
2. El original dice ropa “escarlata”, porque la lana solía ser teñida de ese color, en la creencia de que ayudaba a conservar el calor.
Bibliografía: Al escribir los tres artículos de esta serie, además de los libros de T. Longmann, “How to Read Proyerbs” y “How to Read the Psalms”, he consultado con provecho los siguientes libros: Claus Westermann, “Roots of Wisdom”; Derek Kidner “Proverbios”; el 6to Volumen del “Commentary on the Old Testament” de Keil-Delitzscht y las enciclopedias “The International Standard Encyclopedia”, “The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible”, y “The Jewish Encyclopedia”.
Amado lector: Si tú no estás seguro de que cuando mueras vas a ir a gozar de la presencia de Dios yo te exhorto a arrepentirte de todos tus pecados y te invito a pedirle perdón a Dios por ellos haciendo la siguiente oración:
“Jesús, tú viniste al mundo a expiar en la cruz los pecados cometidos por todos los hombres, incluyendo los míos. Yo sé que no merezco tu perdón, porque te he ofendido conciente y voluntariamente muchísimas veces, pero tú me lo ofreces gratuitamente y sin merecerlo. Yo quiero recibirlo. Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados y de todo el mal que he cometido hasta hoy. Perdóname, Señor, te lo ruego; lava mis pecados con tu sangre; entra en mi corazón y gobierna mi vida. En adelante quiero vivir para ti y servirte.”
ANUNCIO: YA ESTÁ A LA VENTA EN LAS LIBRERÍAS CRISTIANAS Y EN LAS IGLESIAS MI LIBRO “MATRIMONIOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO” (VOL I) INFORMES: EDITORES VERDAD & PRESENCIA. AV. PETIT THOUARS 1191, SANTA BEATRIZ, LIMA, TEL. 4712178.

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martes, 4 de noviembre de 2014

PARA LEER EL LIBRO DE PROVERBIOS II

LA VIDA Y LA PALABRA
Por José Belaunde M.
PARA LEER EL LIBRO DE PROVERBIOS II
Una de las características más saltantes de la literatura poética y sapiencial del Antiguo Testamento es su estructura en versos de dos líneas. A cada una de ellas se le llama “estico”, y al par, “dístico” (O según otra nomenclatura “colon” y “bicola”). Se ha observado que la segunda línea suele corresponder a la primera, o estar relacionada con ella, de modo que formen una copla.
A este fenómeno se le llama “paralelismo”. El término fue acuñado por Robert Lowth, un catedrático de la Universidad de Oxford, a mediados del siglo XVIII, el cual disipó algunos malentendidos del pasado sobre su interpretación.
Él identificó tres modalidades básicas de paralelismo. El paralelismo sinónimo, el paralelismo antitético, y el paralelismo sintético.
El primero se da cuando la segunda línea, o estico, corrobora o repite, en distintas palabras el sentido de la primera, en cierta manera intensificándolo, completándolo, o aportando un matiz adicional; o presentando un nuevo ángulo de la verdad expuesta en el primero. Por ejemplo:
“Preparados están juicios para los escarnecedores,
Y azotes para las espaldas de los necios.” (Pr 19:29).
“Necios” corresponde a “escarnecedores”, y “azotes” a “juicios”. El proverbio declara que hay una sanción para los que ignoran a Dios. Otro ejemplo:
“Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado;
Y adquirir inteligencia vale más que la plata.” (16:16).
“Inteligencia” corresponde a “sabiduría”, y “plata” a “oro”. El proverbio encomia la utilidad de volverse sabio.
Hay ocasiones en que el paralelismo sinónimo no es tan evidente porque no aparecen palabras sinónimas o similares en las dos líneas, pero el sentido de la segunda refuerza el de la primera.
En los salmos los ejemplos de paralelismo sinónimo son muy numerosos. El salmo 2 está lleno de ellos:
“¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?” (v.1)
“El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.” (v.4)
“Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.” (v. 9)
Hay casos en que el paralelismo sinónimo se da ya no entre dos líneas, o esticos, sino entre dos pares de líneas, o dísticos, en los que el primer par enuncia una sentencia completa, que es corroborada por el par siguiente:
Quita las escorias de la plata,
Y saldrá alhaja al fundidor.
Aparta al impío de la presencia del rey,
Y su trono se afirmará en justicia.” (Pr 25:4,5)
Aquí hay una relación directa entre las ideas que se enuncian en ambos versículos, siendo el nexo común el verbo hebreo hagah (aparta) -que RV60 traduce por dos verbos diferentes- siendo el vers. 5 la conclusión que se infiere del vers. 4. El sentido general es: “En donde quiera que estés, saca lo malo y mejorará el resultado.” El proverbio aplica una técnica de la metalurgia al ambiente de la corte. Este proverbio parece haberse originado no en un ambiente popular, sino cortesano.
La segunda categoría es el paralelismo antitético, en que las dos líneas del proverbio expresan un mismo pensamiento, pero valiéndose no de sinónimos sino de antónimos. Por eso se le podría llamar también paralelismo contrastante, porque enuncia una misma idea mediante contrastes, o desde perspectivas opuestas. Por ejemplo:
“El hijo sabio alegra al padre,
Pero el hijo necio es tristeza de su madre.” (10:1)
Aquí hay tres pares de contrastes: hijo sabio/hijo necio; alegría/tristeza; padre/madre. Una característica frecuente de este tipo de paralelismo es la preposición “pero” o “mas”.
“Los pensamientos de los justos son rectitud;
Mas los consejos de los impíos, engaño.” (12:5).
Aquí el contraste se da entre “justos” e “impíos”, y entre “rectitud” y engaño”.
En el capítulo 10 pertenecen a este tipo de paralelismo los proverbios siguientes: 1,2,3,4,5,6,7,8,9,11,12,13,14,15,16, 17,19, 20,21,23,24,25, y del 27 al 32. Con excepción de los versículos 22 y 26, los versículos no mencionados pertenecen a la categoría de paralelismo sinónimo.
¿Por qué son los paralelismos antitéticos tan abundantes en el libro de Proverbios? Tremper Longmann, en su libro “How to read Proverbs”, contesta: “Como hemos visto, el propósito del libro de Proverbios es presentar al lector una elección fundamental para su vida, entre la sabiduría y la necedad o locura. Los proverbios antitéticos presentan la diferencia radical que hay entre las dos. La sabiduría edifica, exige temor de Dios, evita el lenguaje jactancioso y no miente. El paralelismo antitético apoya la concepción de la vida y el mensaje que trasmite el libro de Proverbios en su conjunto.”
En ocasiones los proverbios antitéticos se presentan en forma de pregunta:
“El espíritu del hombre soporta su enfermedad,
pero el espíritu angustiado ¿quién lo soportará?” (18:14).
(Traducido de la versión de F. Delitzscht), que es como si dijera que el espíritu angustiado es el peor de los tormentos, lo cual es algo muy cierto. Otro ejemplo es:
“De Jehová son los pasos del hombre;
¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?” (20:24)
La primera línea recuerda al salmo 37:23ª. El sentido de este proverbio está bien expresado en el viejo refrán: “El hombre propone, pero Dios dispone.”
El tercer tipo de paralelismo es el sintético, en el que la segunda línea desarrolla, refuerza o completa, el sentido de la primera:
“El alma generosa será prosperada;
Y el que saciare, él también será saciado.” (11:25)
El proverbio encomia la generosidad. Pero debo señalar que hay quienes catalogan este proverbio entre los sinónimos, aunque no emplee en ambas líneas palabras similares.
Otro caso de paralelismo sintético es:
“Como rugido de cachorro de león es el terror del rey;
El que lo enfurece peca contra sí mismo.” (20:2).
Y también:
“Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos,
Así es el perezoso a los que lo envían.” (10:26)
Hay quienes catalogan este proverbio entre los emblemáticos, que veremos luego.
La categoría sintética de paralelismo es ambigua, por lo que hay muchos que niegan que exista realmente, aduciendo que no existe verdadero paralelismo entre las líneas, sino que ambas expresan un solo pensamiento de corrido. Los que son de esa opinión llaman a esta forma de proverbio “dístico integral” (“eigengedánkige” en alemán, es decir, de un solo pensamiento). Por ejemplo:
 (La ley del sabio es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte. (13:14)
Con frecuencia en este tipo de proverbio la segunda línea presenta una razón, o una prueba, propósito o consecuencia de lo que afirma la primera:
“Abominación es a los reyes hacer impiedad,
Porque con justicia será afirmado el trono.” (16:12).
El significado es: Si se actúa con sentido de justicia, la autoridad del gobernante es fortalecida. Otros ejemplos son:
“Escucha el consejo, y recibe la corrección,
Para que seas sabio en tu vejez.” (19:20).
“El impío toma soborno del seno
Para pervertir las sendas de la justicia.” (17:23).
En el siguiente artículo continuará la exposición de las diversas modalidades de paralelismo.
Fe de Erratas: El nombre correcto del sabio egipcio mencionado en los párrafos 4 y 5 de la segunda columna del anverso del artículo anterior es: Amenemope.
NB. El domingo pasado, en atención a las elecciones, no se publicó ningún artículo.
Amado lector: Si tú nunca has recibido al Señor mediante un acto voluntario y conciente de fe, yo te invito a hacerlo en este momento, diciendo la siguiente oración:
 “Jesús, tú viniste al mundo a expiar en la cruz los pecados cometidos por todos los hombres, incluyendo los míos. Yo sé que no merezco tu perdón, porque te he ofendido conciente y voluntariamente muchísimas veces, pero tú me lo ofreces gratuitamente y sin merecerlo. Yo quiero recibirlo. Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados y de todo el mal que he cometido hasta hoy. Perdóname, Señor, te lo ruego; lava mis pecados con tu sangre; entra en mi corazón y gobierna mi vida. En adelante quiero vivir para ti y servirte.”
#850 (12.10.14). Depósito Legal #2004-5581. Director: José Belaunde M. Dirección: Independencia 1231, Miraflores, Lima, Perú 18. Tel 4227218. (Resolución #003694-2004/OSD-INDECOPI).