viernes, 29 de mayo de 2009

MIS OVEJAS OYEN MI VOZ V

ANOTACIONES AL MARGEN XXI

Con este artículo llegamos al final de las enseñanzas basadas en el libro de J.C. Hedgecock que lleva el mismo título del epígrafe. Como en los artículos anteriores, las citas del libro están impresas en negrita y en cursiva. Mis comentarios están en letra normal.

* Para vivir en convivencia diaria con Dios es absolutamente esencial que te mantengas limpio…Si quieres ser un vaso que se pueda comunicar con Dios necesitas tener un “mantenimiento” diario. La morada del Padre está más allá de los cielos, pero Él te puede hablar a cada instante… Somos receptores complicados. Necesitamos programarnos a nosotros mismos para oír su voz a diario.

* Los pasos para el “mantenimiento” son: 1) Confía en Dios (Hb 11:1,6). Recuerda que no puedes agradar a Dios sin fe. Apenas empieces a dudar de Dios, reprende tu carne. 2) Niégate a ti mismo (Lc 9:23). Haz un nuevo compromiso para negarte a ti mismo y obedecer a Dios cada día…En efecto, para oír a Dios hay que negarse a sí mismo porque la voz del yo, de la carne, se opone a la de Dios. 3) Resiste al diablo (St 4:7). Él huirá de ti cuando te hayas sometido a Dios. Tu espíritu ejercerá la autoridad que haga que el diablo huya. Si tú tratas de resistir al diablo y él no huye, el problema es que no te has sometido tú mismo a Dios. No es porque tu conocimiento de la palabra sea insuficiente. Estudiar la palabra no nos libra del diablo. Someterse a Dios y resistirlo, sí lo logra.

* Hay tres voces que puedes oír: la de Dios, la del diablo, y la tuya. A medida que rompas los viejos hábitos y camines en obediencia a Dios, eliminarás dos de las voces, hasta el punto de que no tengan acceso. Al principio tal vez las voces parezcan igual de fuertes, así que tienes que pasar por esta etapa inicial de deshacerte de las otras. De hecho la carne habla más fuerte que Dios porque estamos acostumbrados a oírla más que a Dios. Es un hábito que hay que romper. Toda una vida oyendo a la carne, ¿cómo dejar de hacerlo? Negándose a sí mismo. Aún los creyentes sinceros escuchan sobretodo la voz de la carne. El problema no consiste tanto en empezar a oír la voz de Dios, sino en dejar de oír la voz de la carne, porque mientras ésta hable fuerte (porque estamos acostumbrados a escucharla) no podremos oír la voz de Dios.

* Esto es lo que necesitas hacer:1) Cuando Dios hable, debes obedecerlo. 2) Cuando el diablo hable, resístelo. 3) Cuando tu yo hable, niégate a ti mismo.

* La mayoría de los cristianos reconocen al diablo y saben reprenderlo. El problema empieza cuando tus propias opiniones empiezan a aparecer. El “yo” siempre habla desde la naturaleza carnal. Si tú estás obedeciendo motivado por el temor en vez del amor, tal vez pienses que “has cumplido con tu tarea” durante la semana y darás entonces cabida a la voz del yo. Cuando haces eso estás en el árbol equivocado (En el árbol del conocimiento del bien y del mal).

* Usando la comparación de un receptor de TV y un transmisor, piensa que tú eres el aparato y que Dios es el transmisor. Esta es una parábola para hacerte comprender cómo funciona la comunicación con Dios. El problema está siempre en el receptor y no en el transmisor. Si tú no estás oyendo a Dios, Él no es el problema. Dios siempre está enviando una señal, las 24 horas del día, los siete días de la semana. En todo momento el Espíritu está transmitiendo los deseos de Dios a nuestros vasos. Aún en los años en que no caminabas con Dios la señal estaba siendo transmitida. Satanás te ha estado robando las oportunidades de oír a Dios y has sufrido pérdida todos los años en que no has estado oyéndolo a diario. Ya es hora de que pongas alto a este robo de Satanás.

* Satanás le ha dicho a mucha gente en el ministerio que son suficientemente maduros, y que Dios confía en ellos lo suficiente, como para que ellos tomen sus propias decisiones. Esa es una mentira del enemigo. Nunca podrás alcanzar ese nivel de madurez. Siempre que tú tomes tus propias decisiones tú eres señor y no Dios. No me importa cuán maduro seas, necesitas caminar en humildad para que Dios dirija tu camino. Él todavía es Señor. Nunca superarás a Jesús. Nunca podrás ponerte a su mismo nivel.

* Dios está siempre hablando. No trates de suponer que Dios no esté hablando. Tal vez tú no estés oyendo porque hay algo malo en ti (el pecado). Debes recibir la señal que Él siempre está enviando. Si hay en ti un impedimento, la señal no será recibida. El aparato debe estar bien sintonizado para que reciba la señal. Puede que tu aparato esté en orden pero si el sintonizador está apagado no recibirás la señal. Si tú estás dirigiendo tu propia vida, estás en el canal equivocado y no recibirás la señal.

* El propósito primordial del bautismo en el Espíritu Santo es que tú seas revestido con poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ti. Hechos 1:8 no dice que tú darías testimonio sino que tú serías testigo. (Claro está, sin embargo, que ser testigo es declarar. No hay testigo mudo) .Yo te aseguro que se necesita más poder para SER algo que para decir algo. De lo que estoy hablando es de cómo ser cristianos, de ser como Cristo y seguir a Cristo. (¡Qué gran definición: Ser cristiano es ser como Cristo!) Para eso se necesita poder. Necesitas el poder del Espíritu Santo en tu vida y necesitas dejarlo funcionar. No estoy cuestionando si tú lo tienes o no; sólo estoy diciendo que tú necesitas tenerlo. Si no tienes poder en tu vida, entonces el Espíritu no está funcionando en ti.

* Todo lo que quiero saber es: ¿Tienes tú el poder para mantener tu vaso en santidad? En efecto, al principio se identificaba el Bautismo del Espíritu Santo con la santificación, y quizá tenían razón. ¿Tienes tú el poder para hacer lo que Dios te ha dicho que hagas? Si no, necesitas buscar ese poder para poderte convertir en lo que Dios te ha dicho que seas. Entonces Él te guiará a toda la verdad (Jn 16:13) y te guiará a todos los demás beneficios colaterales.

* Los impedimentos más sutiles son potencialmente los más devastadores porque se tiende a reconocer sólo a los mayores impedimentos, pero el resultado final es la pérdida de comunicación. Algunos puntos para recordar son:
1) Lo bueno es enemigo de lo mejor. Eso puede sonar extraño. Recuerda que el árbol del conocimiento del bien y del mal tiene dos partes: la buena y la mala. Si funcionas en ese árbol, aun si estás haciendo lo bueno, él se convierte en enemigo de lo mejor, que es caminar en el Espíritu. Si el diablo no puede lograr que seas malo, por lo menos tratará de mantenerte en el árbol equivocado, haciendo “lo bueno”. Simplemente “ser bueno”, según tu razonamiento, puede mantenerte alejado de caminar en el Espíritu, tanto como puede hacerlo el que seas malo. Debido a que hacer lo bueno te mantiene alejado de caminar en el Espíritu, eso impedirá tu comunión con Dios.
Aquí hay una verdad profunda. Hacer cosas buenas puede impedirnos buscar la guía de Dios más profundamente, porque estamos satisfechos de nuestra bondad. Cuando estamos satisfechos, estamos colmados, ya no buscamos más y nos estancamos. Y el que se estanca retrocede. No nos sintamos pues nunca satisfechos, -como el rico de la parábola- del tesoro de buenas obras que hemos acumulado en el cielo. Porque al lado de la cuenta de haber hay una cuenta de débitos que se restarán de los créditos, y esa cuenta negativa puede empezar a crecer.
2) No te atrevas a dudar de Dios, porque si lo haces, te has pasado al espíritu equivocado.
3) No des consejos a Dios. Dios no necesita nuestras opiniones. Él tiene suficiente sabiduría para dirigir el universo sin nuestro consejo.
4)Niégate a dar opiniones y a expresar deseos personales. Dios tampoco quiere tu opinión. Dios dice que si tú le encomiendas tus caminos, Él te dará los deseos de tu corazón (Sal 37:3-5)
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El primer objeto de tus deseos debe ser Él. Si estamos deseando las cosas más que a Dios, estamos en el árbol equivocado.

* Satanás no tiene ningún derecho para comunicarse contigo acerca de nada. No importa si suena como que él estuviera en lo correcto. No le oigas. Aunque cometas un error, él no tiene ningún derecho a juzgarte y condenarte. Tu Padre es el único que tiene el derecho de hacerlo, no Satanás. No dejes que Satanás te azote sólo porque cometiste un error; eso es algo que a él no le importa. Yo caeré o estaré en pie ante mi Dios, no ante Satanás. Satanás te condenará mientras que Dios te guiará al arrepentimiento y a la purificación. Esta es la gran diferencia. Dios quiere mi bien porque me ama. Satanás quiere mi mal porque me odia.

* Dios puede hacer muy poco con mucho, mucho con poco, y todo con nada (Como ocurrió en la creación del universo. Partió de la nada). Si tú crees que eres mucho, Dios puede hacer poco contigo que tenga valor eterno. Si tú llegas al punto en que te veas a ti mismo como poco, y en comparación ves a Dios como inmenso y grandioso, Él podrá hacer mucho contigo. Si acaso te das cuenta de que eres nada, y de que no puedes hacer nada por ti mismo para agradar a Dios, Él podrá hacer cualquier cosa a través de ti.

* Satanás te dirá que tú tienes una mente y que Dios espera que la uses. Yo te aseguro que al negarte a caminar en tu propio razonamiento dejando que Dios dirija tu camino, de ninguna manera estarás negando el uso de tu mente. Dios te va a entrenar y preparar para toda buena obra. Él usará tu mente y trabajará a través de ella. Estarás haciendo más de lo que nunca hiciste antes. La única diferencia será que tú no tomarás la iniciativa. Llenarás tu mente con el conocimiento de Él (es decir, conociéndolo a Él como nunca antes lo has conocido). Tu habilidad para comprender será ampliada tremendamente. Sólo tienes que apoyarte en Él en vez de hacerlo en tu propio entendimiento. Lo que dice el autor aquí puede ser fácilmente malinterpretado. Él no sostiene que nosotros no debemos usar nuestra mente y menos que debemos renunciar a nuestra inteligencia, sino que debemos poner nuestra mente y nuestra inteligencia en las manos de Dios para que Él las dirija.

* Dios no quiere cerrar tu mente. La persona más brillante del mundo es ignorante comparada con Dios. Todos necesitamos que Él dirija nuestras vidas porque Él es mucho más capaz. Si yo estoy en comunión con Dios, puedo ponerme en contacto con su sabiduría…Si tú estás conectado con Dios Él puede impartirte todo el conocimiento y la sabiduría que necesites para hacer su obra.

* Dios está interesado en todas las decisiones que tomes, en cada una. O dejas que Él tome las decisiones, o tú te conviertes en señor de tu vida y tomas las decisiones tú mismo.

* Dios siempre añadirá la gracia necesaria para oír su voz cuando se trata de algo esencial, o de algo que está dentro de tu área de responsabilidad. Esto es especialmente cierto para los ministros. Debido a que ellos tienen una amplia responsabilidad y autoridad sobre otros, su capacidad de oír se incrementa automáticamente por gracia. En el hogar también el esposo oirá al Señor cuando se trate de sus responsabilidades específicas como esposo y como padre. Hay gente que cree que la palabra de ciencia, o que la palabra de sabiduría operan en una forma especial y solemne, como si fueran un oráculo. Pero cuando una persona vive en comunión con el Espíritu Santo sus dones operan constantemente y se integran en su vida cotidiana de una manera natural.

* Un verdadero ministro exigirá que sus ovejas sean hacedores de la palabra y no sólo oidores (St 1:22). Él no va a ser un asalariado que haga tu labor por ti. Tu labor es que hagas el trabajo del ministerio. La labor del ministro es prepararte y entrenarte para ello. Si una persona está bajo un verdadero pastor, crecerá espiritualmente…No puedes quedarte en el invernadero siendo podado, fertilizado e irrigado sin que retoñes tarde o temprano. O vas a crecer o vas a huir. No puedes quedarte en el árbol sin que des fruto…Un verdadero ministro no te permitirá permanecer como un bebé espiritual. Siento decirlo, pero esto es lo que hacen amplios sectores de la Iglesia Católica. No hacen nada por el crecimiento de sus ovejas para que puedan ministrar a otros. Eso es debido a la importancia dada al sacerdote y por el temor de que los sacerdotes pierdan su predominio si los laicos crecen. Un laico en la condición de un bebé espiritual no es un peligro para ellos. Sin embargo, en nuestros días, con la notable ausencia de vocaciones ¿qué pueden hacer los escasos sacerdotes sin el apoyo de laicos bien preparados?

* Siempre me ha llamado la atención que no haya ningún mandamiento que ordene creer, es decir, tener fe, así como hay un mandamiento que ordena amar a Dios y al prójimo. Sin embargo, creer es lo más importante, porque por ahì comienza todo. Fue confianza en Dios lo que hizo actuar a Abraham contra todo raciocinio y partir de su tierra sin saber adonde iba (Hb 11:8); a Moisés a regresar a Egipto con una misión absurda, a Jeremías a desafiar a los poderosos. Por eso es que Hebreos y Romanos insisten tanto en la fe.

* Los pecadores difícilmente harían lo que hacen si creyeran en Dios. Si creyeran en su existencia se abstendrían de pecar, porque le temerían. La debilidad de la vida espiritual de muchos creyentes proviene de su poca fe. La tibieza, la insuficiencia en su caminar cristiano vienen de su falta de fe.

* Hay una relación recíproca estrecha entre la fe y el amor. No se puede amar a la larga a alguien en quien no se confía. La desconfianza mata el amor, lo torna en odio. Si yo tengo motivos para desconfiar de alguien a quien amo, empezaré a odiarlo.

* Igual es con Dios, si confiamos en Él lo amaremos. Si no confío en Él, o si sólo le temo, me será difícil amarlo. Los deístas y los que creen en un Dios lejano, que no interviene en los asuntos humanos, no confían en Él ni le aman. En cambio, el hijo pequeño ama tanto más a su madre cuanto más confía en ella. El que ama, en efecto, confía en aquel que es objeto de su amor, y cuanto más ame, más ciega será su confianza. Esto quiere decir que Eva no amaba a Dios de todo corazón, porque no habría dudado de su palabra si lo hubiera amado verdaderamente.

Parece que Jesús no enfatizara la fe en los evangelios sinópticos, tanto como en el evangelio de Juan. Pero la frase “Buscad primero el reino de Dios y su justicia…” (Mt 6:33) es el “summum” de la fe, porque para no buscar primero las añadiduras se necesita tener una gran fe. El que construye su casa sobre la roca, lo hace porque tiene fe en la solidez de la roca, que es Cristo. De lo contrario, no actuaría en obediencia a su palabra (Mt. 7:24,25). Nadie se expone tampoco a ser perseguido por causa de la justicia si no tiene fe en Aquel por cuya causa es perseguido (Mt 5:10-12).

Lo triste es cuando se quiere obedecer a Jesús sin tener fe. El resultado es hipocresía, porque se hace algo de lo que uno no está realmente convencido. De ahí vienen los escándalos. Los resultados lo pondrán en evidencia.

#576 (24.05.09) Depósito Legal #2004-5581. Director: José Belaunde M. Dirección: Independencia 1231, Miraflores, Lima, Perú 18. Tel 4227218. (Resolución #003694-2004/OSD-INDECOPI). Si desea recibir estos artículos por correo electrónico recomendamos suscribirse al grupo “lavidaylapalabra” enviando un mensaje a lavidaylapalabra-subscribe@yahoogroups.com. Pueden también solicitarlos a jbelaun@terra.com.pe. En la página web: www.lavidaylapalabra.com pueden leerse gran número de artículos pasados. También pueden leerse unos sesenta artículos en www.desarrollocristiano.com. Pueden recogerse gratuitamente ejemplares impresos en Publicidad “Kyrios”: Av. Roosevelt 201, Lima – Jr. Azángaro 1045 Of. 134, Lima – Calle Schell 324, Miraflores y Av. La Marina 1604. Pueblo Libre. SUGIERO VISITAR MI VISITAR MI BLOG: JOSEBELAUNDEM.BLOGSPOT.COM.

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