LA VIDA Y LA PALABRA
Por José Belaunde M.
ELOGIO DEL AMOR CONYUGAL
Un Comentario de Proverbios 5:15-23
Después de haber advertido contra los peligros de la
mujer extraña o seductora, el maestro pasa a ensalzar las virtudes del amor
entre esposos.
15. “Bebe el
agua de tu propia cisterna,
Y los raudales de tu
propio pozo.”
16. “¿Se
derramarán tus fuentes por las calles,
Y tus corrientes de
aguas por las plazas?”
17. “Sean
para ti solo,
Y no para los extraños
contigo.”
18. “Sea
bendito tu manantial,
Y alégrate con la
mujer de tu juventud.”
19. “Como
cierva amada y graciosa gacela,
Sus caricias te
satisfagan en todo tiempo,
Y en su amor recréate
siempre.”
20. “¿Y por
qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena,
Y abrazarás el seno de
la extraña?
15. Este versículo de paralelismo sinónimo contiene una
encendida simbología poética del amor erótico, de la unión física afín a la del
Cantar de los Cantares (7:1-5). La cisterna propia cuya agua limpia y pura se
bebe es la mujer propia. Para entender esta metáfora debe recordarse que muchas
casas orientales en ese tiempo en que el agua era escasa, tenían una cisterna
en el patio que surtía de agua a la familia y que hacía innecesario buscar el
líquido elemento en el pozo común (2R 18:31) (Igual ocurría en la Lima antigua)
(Nota
1) La
segunda línea repite la misma idea con palabras distintas pero afines: raudales
por agua, pozo por cisterna.
Este proverbio es una
invitación inequívoca a la fidelidad conyugal, a cultivar el amor de una sola
mujer. El amor conyugal es uno de los mayores dones que Dios le ha hecho al
hombre, y debe gozarse de él con gratitud y fidelidad, sin codiciar la cisterna
ajena. El caso del rey David, que codició a la mujer del fiel Urías, puede
servir de escarmiento de la conducta contraria (2Sm 11:2,3). En cambio, las
recompensas de la fidelidad son muchas (Sal 127:3-5; 128:3). (2)
16. Esa fidelidad a un solo
amor contrasta con la promiscuidad representada por la imagen de las fuentes
que se derraman por las calles y de las aguas por las plazas. Las palabras
usadas dan una acertada imagen de desperdicio de la propia sustancia, y del
peligro de contaminación que la vida promiscua conlleva. Al respecto el
lenguaje de la epístola a los Hebreos es muy claro: “Honroso sea el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a los
fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.” (13:4). (3)
17. No compartas las aguas
de tu manantial con los extraños que se acuestan con tus compañeras
ocasionales, ni bebas el amor contaminado por otras fuentes, porque eso, a su
vez, no dejará de contaminarte a ti. (4)
18. Más bien preserva tu
manantial para una sola mujer con la que puedas alegrarte para que Dios bendiga
vuestro amor. Sé fiel a la mujer que amaste en tu juventud (Dt 24:5), y no le
des la espalda buscando a una más joven cuando aparezcan arrugas en su rostro,
pues Dios será testigo en contra tuya (Mal 2:14,15). Como dice el Predicador (Qohelet):
“Goza de la vida con la mujer que amas,
todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol…” (Ec
9:9).
El versículo que
estudiamos lleva implícita la idea de que el amor conyugal que ha sido
cultivado a lo largo de los años puede proporcionar satisfacciones mucho mayores
y más profundas que los amores nuevos u ocasionales. El placer que proporciona
el amor fiel es intensificado por los sentimientos y las experiencias compartidas,
e incluso por las pruebas por las que los esposos hayan podido pasar. Como dice
Mathew Henry, el placer mutuo es fruto de la fidelidad mutua.
Tu mujer es la esposa
que Dios en su Providencia ha destinado para ti. Debes pues tratarla como un
regalo de Dios, según dice el proverbio: “La
casa y las riquezas son herencia de los padres; mas de Jehová la mujer
prudente.” (19:14).
19. El realismo y
sensualidad de esta imagen es sorprendente. Compara a la amada con una cierva o
gacela graciosa. En verdad estos animales gráciles han sido siempre símbolos
del amor, porque suelen ser muy gentiles con su pareja (Cant 2:9,17). La idea
de que las caricias satisfacen es muy exacta y oportuna, no sólo por el placer
que proporcionan, sino también porque estando el hombre satisfecho, no tendrá motivos
para buscar el pasto verde de otros prados, ni consuelo en otras caricias.
Es interesante que la
palabra hebrea que se traduce como “caricias” (dad) quiere decir en realidad “pechos”, de manera que la frase
entera podría traducirse así, “Que sus
pechos te satisfagan siempre”, de tal modo que, embriagado con ellos, no
busques otro elixir que pudiera ser venenoso. En Cantares la esposa dice: “Mi amado…reposa entre mis pechos.” (1:13).
20. La perícopa iniciada en
el vers. 15 alentando a la fidelidad matrimonial termina con un consejo
paternal en forma de pregunta: “¿Y por
qué hijo mío…? En efecto, el casado que se junta con una mujer ajena está trágicamente
ciego al daño que se hace a sí mismo, y a su matrimonio y, por tanto, a su
felicidad; ciego a la afrenta que inflinge a su esposa; ciego al perjuicio que
las relaciones irregulares causan a su propia salud, provocadas por la angustia
y los remordimientos que acompañan a la vida desordenada; ciego al castigo que
tendrá que sobrellevar, y que será eterno si no se arrepiente a tiempo; ciego,
en fin, al daño que puede causar a sus hijos, si los tuviera, y que no le
perdonarán fácilmente la ofensa hecha a su madre.
Conviene recordar lo que
dice Pr 9:17 : “Las aguas hurtadas son dulces, y el pan
comido en secreto es sabroso.” Sin embargo, el placer que proporcionan
ambos es de corta duración, y al final, como continúa diciendo el proverbio, se
encuentra que “allí están los muertos, y
que sus convidados están en lo profundo del Sheol.” (v. 9:18). ¿Qué agua
prefieres tú beber, la que brota de un manantial límpido, o la que está
empantanada en un charco maloliente y sucio?
De paso este versículo 20
es un caso de paralelismo sinónimo en que la segunda línea apoya con una imagen
realista el sentido de la primera.
Consideraciones
adicionales. Los padres de la iglesia
solían dar a la frase: “Bebe el agua de
tu propia cisterna…” una interpretación espiritual en un sentido figurado.
Así, por ejemplo, Orígenes (siglo III) aplica la imagen de la propia cisterna a
la lectura personal de las Escrituras, que puede servir de iluminación a
nuestro espíritu. Basilio el Grande (siglo IV) agrega que uno no debe ir a las
cisternas ajenas para buscar el consuelo de la vida teniendo en la ley de Dios una
cisterna propia. Juan Casián (siglo V) relaciona este versículo con un texto de
Isaías: “Serás como huerto de riego y
como manantial de aguas…” (58:11) cuando todos tus pensamientos se
conviertan en una meditación constante en la palabra de Dios. Clemente de
Alejandría (c.150-c.215) interpreta la pregunta: “¿Por qué andarás ciego con la mujer ajena…?” en el sentido de no dar
demasiada importancia a la educación clásica secular, en detrimento del estudio
de la palabra divina, que es propia del cristiano, y de la cual fluye toda la sana
doctrina. Esa observación evoca la polémica vigente entonces acerca de si los
cristianos debían o no participar de los estudios académicos de su tiempo, que
eran el reflejo de la cultura greco-romana pagana.
21.
“Porque los caminos del hombre están ante
los ojos de Jehová”,
Y Él considera todas sus
veredas.”
22.
“Prenderán al impío sus propias
iniquidades,
Y retenido será con las
cuerdas de su pecado.”
23.
“Él morirá por falta de corrección,
Y errará por lo inmenso
de su locura.”
21.
Este vers. expresa una gran verdad que aparece en muchos pasajes de la Biblia:
Nada escapa a la mirada atenta de Dios. Toda nuestra vida, pasado, presente y
futuro, está abierta delante de sus ojos, como un libro. Nada se le oculta, así
como tampoco nuestras intenciones y nuestras motivaciones, junto con nuestros
pensamientos y nuestras palabras. Él lo conoce todo.
Como ejemplos citemos una frase del
salmo 94: "El que formó el oído, ¿no
oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?” (vers 9); o la conocida enseñanza de
Jesús: "¿No se venden dos pajarillos
por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues
aun vuestros cabellos están todos contados.” (Mt 10:29,30). Si ni aún el
menor de nuestros cabellos escapa a su atención, ¿qué será con las cosas
mayores? ¿Sabes tú cuántos cabellos tienes en la cabeza? ¿Los has contado? Pues
Dios sí lo ha hecho.
22.
Este versículo dice que el impío caerá en la trampa que le tienden sus propias
maldades. Con sus actos va tejiendo una maraña de relaciones, de resistencias, de
odios, y de complicidades involuntarias, que terminarán por destruirlo. Pasando
de las circunstancias concretas a las abstractas diremos que el que así obra
sufrirá las consecuencias inevitables de sus actos. Esto es, no será necesario
que Dios intervenga para castigarlo,
pues sus propios actos lo harán.
¿Es
a esto a lo que lo que la Biblia llama en otros lugares "castigo de Dios"? (Jb 31:23; Pr 3:11 ) ¿O es el castigo de Dios una
intervención divina en el curso de los acontecimientos para producir cierto
resultado de acuerdo a sus propósitos de justicia? Dios obra de ambas maneras.
Como Él ha establecido las leyes que gobiernan causa y efecto, en muchos casos
Él deja que los acontecimientos sigan su curso natural, y que las causas
produzcan efectos buenos o malos según su naturaleza. Pero así como a veces Dios
interviene para evitar o desviar las consecuencias normales de los hechos, en
otras las agrava, o introduce factores nuevos que modifican el curso de los
acontecimientos. Pero tenemos que reconocer que, en última instancia, cómo y
por qué actúa Dios es algo demasiado alto para que lo podamos conocer (Is
55:9).
23. Todos los seres humanos
tenemos necesidad de ser corregidos, porque todos estamos inclinados al mal. El
que no tuvo la suerte de ser corregido a tiempo, es decir, en la infancia, o en
la juventud; (o habiéndolo sido, rechazó toda reprensión), está a merced de sus
impulsos malignos que lo llevarán a la muerte espiritual que es el pecado, el
cual, a su vez, puede provocar una muerte física temprana inesperada.
Abandonado a los extremos de su desvarío moral, y desprovisto de todo freno, su
fin puede ser terrible.
Notas: 1. Yo todavía me acuerdo del pozo que había en la casa
de mis abuelos, que estaba rodeado por un parapeto redondo de piedra de poco
menos de un metro de altura, y donde todavía estaba la polea y la cadena con la
cual antes se bajaba un balde.
2. Así como el agua pura apaga la sed y alivia el calor del
estío –apunta J. Gill- de igual manera el amor de la mujer legítima apaga la
sed del deseo y alivia el calor de la concupiscencia.
3. Otras versiones traducen este versículo no como pregunta
sino así: “Que tus fuentes se derramen
alrededor, (como) corrientes de aguas por las calles.” Algunos entienden
que “fuente” es el vientre de la esposa que será fructífero por el amor del
esposo (“Cosa de estima es el fruto del
vientre” dice de los hijos el salmo 127:3b). Es decir, que tu descendencia
se multiplique y sea poderosa en la tierra, como promete el salmo 112:2a. En
cambio, las rameras, por lo común, evitan tener hijos, y su vientre por eso
suele ser estéril.
El comentarista judío
del Medioevo, Rashi, entiende figuradamente este texto de los discípulos que se
multiplican y honran el nombre de su maestro, a la vez que ellos mismos
alcanzan renombre. Pero es mejor entenderlo de las doctrinas del Evangelio que,
al difundirse, señalan el camino de la vida eterna a muchos.
4. Algunos interpretan este versículo en el sentido de que
siendo fiel a una esposa virtuosa, el marido puede estar seguro de que los
hijos que engendre sean realmente suyos, lo que no ocurriría si engendrara
otros hijos con sus compañeras ocasionales, pues podrían ser de otro.
Amado lector: Si tú no estás seguro de que cuando mueras vas a ir a gozar
de la presencia de Dios yo te exhorto a arrepentirte de todos tus pecados y te
invito a pedirle perdón a Dios por ellos haciendo la siguiente oración:
“Jesús, tú viniste al mundo a expiar en la
cruz los pecados cometidos por todos los hombres, incluyendo los míos. Yo sé
que no merezco tu perdón, porque te he ofendido conciente y voluntariamente
muchísimas veces, pero tú me lo ofreces gratuitamente y sin merecerlo. Yo
quiero recibirlo. Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados y de todo el
mal que he cometido hasta hoy. Perdóname, Señor, te lo ruego; lava mis pecados
con tu sangre; entra en mi corazón y gobierna mi vida. En adelante quiero vivir
para ti y servirte.”
#868 (15.02.15). Depósito Legal #2004-5581.
Director: José Belaunde M. Dirección: Independencia 1231, Miraflores, Lima,
Perú 18. Tel 4227218. (Resolución #003694-2004/OSD-INDECOPI).
7 comentarios:
Excelente reflexión la palabra de Dios es tan clara sobre lo que debemos de hacer para mantener un matrimonio feliz pero la desobediencia hacia la fidelidad hace de nuestros matrimonios una bomba que destruye vidas
Wou excelent comentari
Excelente manera de explicar estos versiculos llenos de sabiduria y rectitud.
Gracias a Dios nuestro Padre y luego a ustedes ese conocimiento es disfrutado por muchos, ya que no todos hemos podido interpretas esas bellas palabras en la manera que ustedes por la gracia de Dios lo han hecho.
Que Dios los siga bendiciendo en gran manera y que nos ayude a seguir en el camino de la fe y de su justicia para hacer tesoros en el cielo que son eternos.
Recuerden: Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo.
Excelente. Dios los bendiga
estos versos me daban mucha vuelta en la cabeza, pero ahora gracias al Señor, y por el análisis de Usted, encontré la claridad, gracias y muchas bendiciones.
Llevamos casados 22 años hicimos un pacto delante de Dios , pero ahora estamos a puerta de un Divorcio mi esposa y Yo , ella está decidida a romper el pacto pero Yo no , soy que considera que Dios aborrece el divorcio y que no es la solución siempre Dios nos dará una salida , nunca cometí adulterio , ni violencia física contra mi esposa, ella si en varias oportunidades luego de algunas pleitos y peleas a salido con muchos hombres a lo largo de nuestra vidas yo solo guardaba silencio y atesoraba rencor en mi corazón por años , pero jamás fui desleal a ella , pero si pague con desamor y desatención hacia ella en algunos monentos , ahora que estamos ya separados cerca de 8 meses ella está como loca por qué le de el divorcio ....sin considerar las consecuencias de esto para nosotros y nuestros 3 menores hijos tan solo motivada por su amante de turno, que me aconsejan , yo deseo restaurar mi familia mi hogar mi esposa y mis hijos ,, está bien que piense así o debo aceptar divorciarme y dar punto final a todo ???
Que excelente estudio que el Señor te bendiga poderosamente
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