martes, 31 de diciembre de 2013

LA FIDELIDAD EN EL MATRIMONIO

Pasaje tomado de mi Libro
MATRIMONIOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO
LA FIDELIDAD EN EL MATRIMONIO

Aún más importante que la fidelidad de pensamiento es la fidelidad del deseo. Jesús dijo que el que codicia a una mujer casada ya cometió adulterio en su corazón con ella; y la mujer que codicia a un hombre casado, sea ella casada o no, igual (Mt 5:27,28). De manera que ni el hombre ni la mujer casados deben desear a otra persona, porque eso contamina gravemente su alma, contamina su relación. ¿Cómo puede una mujer abrazar a su marido si está deseando a otro? ¿O cómo puede la mujer entregarse a su marido si tiene el pensamiento puesto en otro hombre? ¿Cómo puede un hombre unirse a su mujer si desea a otra? La está engañando; se están engañando mutuamente en esos casos.
Quizás la mujer diga: Es que él no me trata bien, y ese hombre me mira con cariño, con una mirada dulce. La manzana que la serpiente le mostró a Eva debe haber sido muy dulce. Ella dijo que era agradable de ver y buena para comer (Gn 3:6). Así que en esas situaciones el hombre, o la mujer, están en un grave peligro, y mejor será que huyan, como huyó José de la mujer de Potifar (Gn 39:10-12).
La Escritura dice algo al respecto que vale la pena que leamos. Vamos a Proverbios, y esto, aunque hable del hombre, vale para ambos: “¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Caminará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo, no quedará impune ninguno que la toque.” (Pr 6:27-29) Yo creo que esa palabra es suficiente para que los esposos cristianos sepan guardarse de ese peligro.
(Páginas 184 y 185.  Editores Verdad y Presencia Tlf. 4712178.)


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