Pasaje tomado de mi Libro
MATRIMONIOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO
LA FIDELIDAD EN EL
MATRIMONIO
Aún más importante que la fidelidad de pensamiento
es la fidelidad del deseo. Jesús dijo que el que codicia a una mujer casada ya
cometió adulterio en su corazón con ella; y la mujer que codicia a un hombre
casado, sea ella casada o no, igual (Mt 5:27,28). De manera que ni el hombre ni
la mujer casados deben desear a otra persona, porque eso contamina gravemente
su alma, contamina su relación. ¿Cómo puede una mujer abrazar a su marido si
está deseando a otro? ¿O cómo puede la mujer entregarse a su marido si tiene el
pensamiento puesto en otro hombre? ¿Cómo puede un hombre unirse a su mujer si
desea a otra? La está engañando; se están engañando mutuamente en esos casos.
Quizás la mujer diga: Es que él no me trata bien, y
ese hombre me mira con cariño, con una mirada dulce. La manzana que la
serpiente le mostró a Eva debe haber sido muy dulce. Ella dijo que era
agradable de ver y buena para comer (Gn 3:6). Así que en esas situaciones el
hombre, o la mujer, están en un grave peligro, y mejor será que huyan, como
huyó José de la mujer de Potifar (Gn 39:10-12).
(Páginas 184 y 185. Editores
Verdad y Presencia Tlf. 4712178.)
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