LA VIDA Y LA PALABRA
Por José Belaunde M.
LA
SABIDURÍA Y LA MUJER INSENSATA I
Un
Comentario en dos partes de Proverbios 9
1. “La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas.” 2. “Mató sus víctimas, mezcló su vino, y puso su
mesa.” 3. “Envió sus criadas; sobre
lo más alto de la ciudad clamó.” 4. “Dice
a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice:” 5. “Venid, comed mi pan (Nota 1),
y bebed del vino que yo he mezclado.” 6. “Dejad las simplezas, y vivid, y andad por el camino de la
inteligencia.” (Pr 2:6; 4:7; cf Jr 42:3: Os 14:9)
7. “El que corrige al escarnecedor, se acarrea
afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha.” 8. “No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al
sabio, y te amará.” (2) 9. “Da al sabio, y será más sabio; enseña al
justo, y aumentará su saber.” 10. “El temor de Jehová es el principio de la
sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.” (cf 1:7; Sal
111:10) 11. “Porque por mí se aumentarán tus días, y años de vida se te añadirán.” 12.
“Si fueres sabio, para ti lo serás; y si
fueres escarnecedor, pagarás tú solo.”
13. “La mujer insensata es alborotadora; es
simple e ignorante.” 14. “Se sienta
en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad,” 15.
“para llamar a los que pasan por el
camino, que van por sus caminos derechos.” 16. “Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dijo:” 17. “Las aguas hurtadas son dulces, y el pan
comido en oculto es sabroso.” 18. “Y no saben que allí están los muertos; que
sus convidados están en lo profundo del Seol.”
Hay un
paralelismo interesante entre las secciones 9:1-6 y 13-18. En la primera
sección se habla de la sabiduría; en la segunda, de la necedad personificada en
la mujer insensata, que es todo lo contrario imaginable a la sabia. La mujer
sabia es diligente, edifica su casa (3), labra sus 7
columnas. ¿Tendrían 7 columnas las casas
de los hebreos entonces? ¿O se trata del
número simbólico de perfección –el de los siete días de la creación, Gn
1:1-2:23- referido a las columnas o
pilares, es decir al sostén o fundamento de algo?
La cosmogonía antigua suponía que la
tierra era sustentada por columnas que se asentaban sobre el abismo (el mar
abismal) que sostenían su peso. Por ejemplo, en 1Sm 2:8: “Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y Él afirmó sobre
ellas el mundo.”
La estructura de
las casas de los patricios estaba sostenida por columnas. Recuérdese cómo
Sansón derribó la casa en que se encontraba la gente festejando y burlándose de
él, empujando con sus brazos dos de sus columnas (Jc 16:23-20).
La sabiduría prepara un banquete para
sus convidados y los hace llamar. La mujer insensata, en cambio, no hace nada
sino sentarse a la puerta de su casa, esperando. De ella se dice que es
alborotadora, simple e ignorante.
La mujer sabia invita, o busca, a sus
invitados a través de criadas; la mujer insensata los llama ella misma, pero no
los busca, sino que llama a los pasantes "que
van por sus caminos derechos" (v. 15), esto es, que van a sus
ocupaciones sin tener nada malo en mente. Es ociosa, no se toma mayor molestia
para buscar a sus invitados. Pero ambas atraen a sus invitados en los lugares
altos.
¿Qué son los lugares altos?
Posiblemente los sitios donde hay mayor concurrencia de gente, los lugares
públicos. Ambas invitan a los simples, a los faltos de cordura, como en Pr 1:4.
Notemos que los versículos de invitación en ambos casos son prácticamente idénticos
(9:4 y 16), porque los que tienen necesidad de sabiduría, y los que están en
peligro de sucumbir a los halagos de las tentaciones, pertenecen a la misma
clase de personas.
Ambas invitan a comer y a beber
simbólicamente: vino y pan la una; agua y pan, la otra. Pero la segunda
recomienda lo pecaminoso, lo oculto y escondido ("aguas hurtadas", "pan
comido en lo oculto") y elogia el delicioso sabor de lo que ofrece;
mientras que la sabiduría no trata de incitar, o seducir, a sus invitados
ofreciendo placeres prohibidos. Aquí también hay un contraste: La mujer sabia
misma ha preparado lo que ofrece, mató a los animales que va a servir, mezcló
su vino (en Israel el vino no se bebía puro, sino mezclado con agua y especies
aromáticas) y puso su mesa, lo cual incluye sin duda las viandas, o carne (cf
Mt 22:4). (4) En el pan y en el vino que la mujer sabia ofrece
algunos ven una alusión a la mesa del Señor, donde, siguiendo el modelo sentado
por Melquisedec (Gn 14:18-20), se ofrece pan y vino a los partícipes, tal como hizo Jesús en la víspera de su
pasión (Mt 26:26-29).
La insensata no
ha preparado ella misma nada, no se ha tomado ninguna molestia; ella ofrece lo
que encuentra a la mano, lo que está disponible; esto es, sugiere aprovechar
las oportunidades que se presenten. De otro lado, mientras la mujer sabia
menciona el resultado positivo de aceptar su invitación (v.6), la insensata
calla el final amargo que espera a los que acuden a la suya (v. 18). Estos
pasajes contrastan bien la sabiduría con la necedad, encarnada en la mujer
insensata. Pero el mayor contraste es que la sabiduría lleva a la virtud y a la
paz del alma; la necedad, al pecado, al remordimiento y a la angustia. Esto es,
la una invita para vida, la otra para muerte. Aquí hay también ya una
diferencia fundamental. Pero además, lo que la sabiduría ofrece es resultado
del esmero y del esfuerzo; lo que la necedad ofrece es improvisado.
3. En las parábolas del Nuevo
Testamento vemos que el dueño de casa convoca a sus invitados mediante sus
siervos (Mt 22:3; Lc 14:17). Aquí la sabiduría –que no es otra sino la misma
que habla en el capítulo 8- lo hace a través de sus criadas. ¿Por qué la
diferencia? No sabemos, pero quizá sea para enfatizar la personificación
femenina de la sabiduría (hokma).
Pero mientras que en las parábolas de Jesús mencionadas arriba, los invitados
al banquete ya habían sido advertidos de antemano, en este caso no lo han sido,
sino que las criadas hacen la invitación de frente a todos los que encuentran.
Si entendemos que
Jesús es la sabiduría de Dios y que su mensaje es el Evangelio, las criadas que
envía para llamar a sus invitados son, en primer lugar, los apóstoles que
difundieron su mensaje al comienzo, y
los predicadores y evangelistas que los sucedieron y que, con la ayuda del
Espíritu Santo, tuvieron tanto éxito en difundir el mensaje de Cristo. El hecho
de que ella clame en los lugares más altos de la ciudad, nos indica que el
Evangelio debe ser predicado a los gobernantes y a las personas en autoridad.
5. El pan y el vino simbolizan el
cuerpo partido y la sangre derramada de Cristo, sabiduría de Dios, que da su
vida a todos los que se apropian de ella por la fe (Mt 26:26-28; 1Cor
11:23-26).
6. Los apóstoles Simón y Andrés,
y los hijos de Zebedeo, dejaron no simplezas, sino su oficio de la pesca, para
convertirse en pescadores de hombres (Mt 4:18-22).
Charles Bridges (5) propone una interpretación
original de esta estrofa que quisiera glosar libremente: La sabiduría,
personificada como una reina según la costumbre oriental, envía a sus siervas (los
apóstoles) para invitar a la fiesta que ha preparado (Mt 22:2-4). Ha edificado
su casa (la iglesia del Dios viviente, 1Tm 3:15) firmemente sobre los pilares
de la verdad eterna (Ef 2:20,21). La víctima ya ha sido sacrificada (1Cor 5:7; Is
25:6). Ella llama a todos (Is 55:1,5) a comer del pan de vida y a beber del
vino de la gracia (Mt 26:26-28).
7. Es curioso que se aconseje no reprender al que más lo necesita, por
medida de prudencia, para no atraer su venganza. Esta recomendación parece
estar en oposición a aquello en lo que consiste el oficio del profeta, esto es,
advertir a los prevaricadores el fin que le espera, pero, en realidad, no se trata de eso. Este
proverbio es un consejo de prudencia. No es aconsejable corregir al que no va a
escuchar y va a tomar muy mal tus observaciones, como bien dice el proverbista:
“El escarnecedor no ama al que lo
reprende, ni se junta con los sabios.” (15:12), como también dice que por
muy oportunas que sean tus reflexiones, las despreciará. Si es un hombre poderoso
buscará vengarse de tu osadía.
Recuérdese en este sentido lo ocurrido al
profeta Micaías con el rey Acab en 1 R 22:1-25, especialmente los tres últimos
versículos. Cuando el rey Acab oyó el anuncio del trágico final que lo
esperaba, se encolerizó y ordenó que encarcelaran al profeta atrevido (v.
26-28; cf 2Cro 25:15,16). Jesús dijo: “No
deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no
sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” (Mt 7:6).
El oficio de profeta no se ejerce por
iniciativa propia, sino por un llamado divino que lleva aparejado el arrostrar
los riesgos de la misión encomendada. El profeta actúa de manera imprudente
porque su misión lo exige. Pero el que no tiene ese llamado no debe correr
riesgos inútiles (c.f. Pr 15:12a).
Es verdad que debemos distinguir entre el
escarnecedor ignorante, y el que se burla con pleno conocimiento de lo que
hace. Pablo persiguió a los cristianos porque era ignorante de la verdad, pero
tan pronto como ésta le fue revelada sobrenaturalmente (Hch 9:1-19), se
convirtió en su más denodado apóstol. En cambio, como bien apunta Charles Bridges,
la mayoría de sus compatriotas rechazaron obstinadamente el mensaje de
salvación que él les traía (Hch
13:45,46,50; 18:6). ¡Cuánta compasión merecen, en efecto, los que rechazan toda
noción de Dios, y se oponen acerbamente
a los que predican! (Sal 14:1a). Su destino final es terrible. De otro lado,
guardar silencio puede ser en algunos casos la reprensión más elocuente y
efectiva (Am 5:13).
8a. “No reprendas al escarnecedor…” (6)
8b. "Corrige al sabio y te
amará". El que ama el saber recibe la instrucción con agrado, y por
eso ama también al que lo instruye. En Sirácida 8:14 se da un consejo
semejante. (7)
9. Esto coincide con lo que dice Jesús: Al que
tiene le será dado más. (Mt 25:29) La razón se encuentra en los proverbios
12:1a 15:14a y 18:15. El entendido valora la sabiduría y tiene en gran estima
el conocimiento, pues sabe cuán útil puede ser en la vida, y cuán peligrosa es
la carencia de ambas cosas. Pero para que la amonestación sea bien recibida
debe ser hecha con palabras amables, inspiradas por el amor. La reprensión
dicha con dureza provoca rechazo. Llegará el día en que los hombres cerrarán
sus oídos a toda amonestación, por razonable que sea, porque estarán empeñados
en seguir el mal camino que ciegamente han escogido. Ap 22:11a dice: “El que es injusto, sea injusto todavía; y
el que es inmundo, sea inmundo todavía…”
Todos los seres humanos tratan de
incrementar lo que tienen, sea dinero, o conocimiento, o influencias, o
amistades, o poder, etc. El que está inclinado al bien tratará de incrementar
lo bueno que posee; el que lo está al mal, lo malo. Es una ley de la vida que
se cumple en campos tan variados como el deporte, la ciencia, el dinero, la
delincuencia, la política… Todos queremos tener más.
Ironside (8) escribe: “Cuanto
más superficial y vana es una persona, menos desea escuchar un consejo prudente;
mientras que los que son sabios se alegran de escuchar al que puede corregirlos
e instruirlos. Por lo general, cuanto menos un hombre sepa, más cree saber.
Cuanto más sepa realmente, tanto más es consciente de su ignorancia y
limitaciones.” Eso coincide con el dicho de Sócrates: “Sólo sé que no sé nada.”
Notas: 1. La palabra
"pan" en hebreo (lejem)
significa también "alimento" en general. De ahí viene el nombre de la
ciudad donde nació el Salvador "Beth-lejem"
= casa de pan o de alimento.
2. “Escarnecedor” (luts) podría también traducirse como
“arrogante” (Is 28:22).
3. Algunos
comentaristas antiguos ven en la casa que la sabiduría edificó para sí, una
alusión al cuerpo de Cristo quien, como hemos visto, es la sabiduría misma (Pr
8:22-31) y, que por el poder del Espíritu Santo, se hizo carne en el cuerpo
virginal de María.
4. Nótese que en Is
55:1-3 Dios llama a los hambrientos y sedientos de conocimiento en términos
semejantes (cf Sir 15:3).
5. Charles Bridges
(1794-1869) fue educado en Queen’s College, Cambridge, y ordenado en 1817.
Ocupó diversos pastorados en la Iglesia de Inglaterra, de cuyo partido
evangélico fue un prominente líder. Es recordado sobre todo por su obra
expositiva (Salmo 119, Eclesiastés, entre otros). Su Exposición del Libro de
los Proverbios, muy apreciada por Ch. Spurgeon, es el mejor comentario que conozco
de este libro. Se puede conseguir en internet.
6. Tres ejemplos de reprender y ser
aborrecido: 1) José, que fue odiado por sus hermanos porque informaba a su
padre de la mala fama que tenían: Gn 37; 2) El profeta que amonestó a Amasías
por rendir culto a los ídolos de los edomitas, y fue por ello amenazado de
muerte: 2Cro 25:14-16; 3) Juan Bautista,
que reprendió a Herodes el tetrarca por haber tomado por esposa a Herodías, la
mujer de su hermano, y fue decapitado: Mt 14:1-10. (F.J.Dake)
7. Tres ejemplos de reprender y ser amado: 1) El profeta
Natán que echó en cara a David su adulterio y el crimen que había cometido, e
hizo que se arrepintiera: 2Sm 12:1-14; 2) Los discípulos de Emaús que fueron
reprendidos por Jesús porque no creyeron que Él había resucitado: Lc 24:25-35;
3) Pedro que había negado a Jesús tres veces (Mt 26:69-75), y fue amonestado
por Jesús resucitado tres veces, a la vez que se le confería una misión: Jn
21:15-17. (F.J. Dake)
8. H.A. Ironside
(1876-1951), nació en Toronto, Canadá. Aunque autodidacta de formación, alcanzó
un alto grado de erudición demostrada en los 51 libros de comentarios de la
Biblia que escribió, que se distinguen por la claridad de su mensaje. Fue pastor durante 18 años de la iglesia
Moody Memorial Church de Chicago (su único pastorado) pero predicó
incansablemente la palabra de Dios hasta su muerte, donde quiera que lo llamaran.
Estimado lector: Si tú no estás seguro de que cuando mueras vas a ir
la presencia de Dios y a gozar de su compañía para siempre, yo te exhorto a
arrepentirte de todos tus pecados y a pedirle humildemente perdón por ellos
haciendo la siguiente oración:
Señor Jesús, yo me arrepiento sinceramente de todos mis pecados y de
todo el mal que he cometido hasta hoy. Perdóname, Señor, te lo ruego; lávame
con tu sangre. Entra en mi corazón y sé el Señor de mi vida. En adelante quiero
vivir para ti y servirte.
#922 (17.04.16). Depósito Legal #2004-5581.
Director: José Belaunde M. Dirección: Independencia 1231, Miraflores, Lima,
Perú 18. Tel 4227218. (Resolución #003694-2004/OSD-INDECOPI).
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