viernes, 28 de octubre de 2016

LA SABIDURÍA Y LA MUJER INSENSATA I

LA VIDA Y LA PALABRA
Por José Belaunde M.
LA SABIDURÍA Y LA MUJER INSENSATA I
Un Comentario en dos partes de Proverbios 9
Este capítulo asume la forma de un tríptico (1-6; 7-12; 13-18) de tres veces seis versículos, en el que las dos secciones de los extremos se corresponden. Entre ambas secciones se intercala una sección intermedia que completa el tríptico, y en la que, en su primera parte (vers. 7-9) se habla de las dos clases de oyentes que pueden acudir a la invitación de las dos mujeres representativas de la sabiduría y de la necedad. En la segunda (ver. 10-12) se habla principalmente de las buenas consecuencias que trae seguir a la sabiduría, cuyo principio es el temor de Dios.


1. “La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas.” 2. “Mató sus víctimas, mezcló su vino, y puso su mesa.” 3. “Envió sus criadas; sobre lo más alto de la ciudad clamó.” 4. “Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice:” 5. “Venid, comed mi pan (Nota 1), y bebed del vino que yo he mezclado.” 6. “Dejad las simplezas, y vivid, y andad por el camino de la inteligencia.” (Pr 2:6; 4:7; cf Jr 42:3: Os 14:9)
7. “El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha.” 8. “No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio, y te amará.” (2) 9. “Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.” 10. “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.” (cf 1:7; Sal 111:10) 11. “Porque por mí se aumentarán tus días, y años de vida se te añadirán.” 12. “Si fueres sabio, para ti lo serás; y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.”
13. “La mujer insensata es alborotadora; es simple e ignorante.” 14. “Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad,” 15. “para llamar a los que pasan por el camino, que van por sus caminos derechos.” 16. “Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dijo:” 17. “Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es sabroso.” 18. “Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados están en lo profundo del Seol.”


Hay un paralelismo interesante entre las secciones 9:1-6 y 13-18. En la primera sección se habla de la sabiduría; en la segunda, de la necedad personificada en la mujer insensata, que es todo lo contrario imaginable a la sabia. La mujer sabia es diligente, edifica su casa (3), labra sus 7 columnas. ¿Tendrían 7 columnas las  casas de los hebreos entonces?  ¿O se trata del número simbólico de perfección –el de los siete días de la creación, Gn 1:1-2:23- referido a las columnas  o pilares, es decir al sostén o fundamento de algo?
          La cosmogonía antigua suponía que la tierra era sustentada por columnas que se asentaban sobre el abismo (el mar abismal) que sostenían su peso. Por ejemplo, en 1Sm 2:8: “Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y Él afirmó sobre ellas el mundo.”
          La estructura de las casas de los patricios estaba sostenida por columnas. Recuérdese cómo Sansón derribó la casa en que se encontraba la gente festejando y burlándose de él, empujando con sus brazos dos de sus columnas (Jc 16:23-20).
          La sabiduría prepara un banquete para sus convidados y los hace llamar. La mujer insensata, en cambio, no hace nada sino sentarse a la puerta de su casa, esperando. De ella se dice que es alborotadora, simple e ignorante.
          La mujer sabia invita, o busca, a sus invitados a través de criadas; la mujer insensata los llama ella misma, pero no los busca, sino que llama a los pasantes "que van por sus caminos derechos" (v. 15), esto es, que van a sus ocupaciones sin tener nada malo en mente. Es ociosa, no se toma mayor molestia para buscar a sus invitados. Pero ambas atraen a sus invitados en los lugares altos.
          ¿Qué son los lugares altos? Posiblemente los sitios donde hay mayor concurrencia de gente, los lugares públicos. Ambas invitan a los simples, a los faltos de cordura, como en Pr 1:4. Notemos que los versículos de invitación en ambos casos son prácticamente idénticos (9:4 y 16), porque los que tienen necesidad de sabiduría, y los que están en peligro de sucumbir a los halagos de las tentaciones, pertenecen a la misma clase de personas.
          Ambas invitan a comer y a beber simbólicamente: vino y pan la una; agua y pan, la otra. Pero la segunda recomienda lo pecaminoso, lo oculto y escondido ("aguas hurtadas", "pan comido en lo oculto") y elogia el delicioso sabor de lo que ofrece; mientras que la sabiduría no trata de incitar, o seducir, a sus invitados ofreciendo placeres prohibidos. Aquí también hay un contraste: La mujer sabia misma ha preparado lo que ofrece, mató a los animales que va a servir, mezcló su vino (en Israel el vino no se bebía puro, sino mezclado con agua y especies aromáticas) y puso su mesa, lo cual incluye sin duda las viandas, o carne (cf Mt 22:4). (4) En el pan y en el vino que la mujer sabia ofrece algunos ven una alusión a la mesa del Señor, donde, siguiendo el modelo sentado por Melquisedec (Gn 14:18-20), se ofrece pan y vino a los partícipes,  tal como hizo Jesús en la víspera de su pasión (Mt 26:26-29).
La insensata no ha preparado ella misma nada, no se ha tomado ninguna molestia; ella ofrece lo que encuentra a la mano, lo que está disponible; esto es, sugiere aprovechar las oportunidades que se presenten. De otro lado, mientras la mujer sabia menciona el resultado positivo de aceptar su invitación (v.6), la insensata calla el final amargo que espera a los que acuden a la suya (v. 18). Estos pasajes contrastan bien la sabiduría con la necedad, encarnada en la mujer insensata. Pero el mayor contraste es que la sabiduría lleva a la virtud y a la paz del alma; la necedad, al pecado, al remordimiento y a la angustia. Esto es, la una invita para vida, la otra para muerte. Aquí hay también ya una diferencia fundamental. Pero además, lo que la sabiduría ofrece es resultado del esmero y del esfuerzo; lo que la necedad ofrece es improvisado.
3. En las parábolas del Nuevo Testamento vemos que el dueño de casa convoca a sus invitados mediante sus siervos (Mt 22:3; Lc 14:17). Aquí la sabiduría –que no es otra sino la misma que habla en el capítulo 8- lo hace a través de sus criadas. ¿Por qué la diferencia? No sabemos, pero quizá sea para enfatizar la personificación femenina de la sabiduría (hokma). Pero mientras que en las parábolas de Jesús mencionadas arriba, los invitados al banquete ya habían sido advertidos de antemano, en este caso no lo han sido, sino que las criadas hacen la invitación de frente a todos los que encuentran.
Si entendemos que Jesús es la sabiduría de Dios y que su mensaje es el Evangelio, las criadas que envía para llamar a sus invitados son, en primer lugar, los apóstoles que difundieron su mensaje al  comienzo, y los predicadores y evangelistas que los sucedieron y que, con la ayuda del Espíritu Santo, tuvieron tanto éxito en difundir el mensaje de Cristo. El hecho de que ella clame en los lugares más altos de la ciudad, nos indica que el Evangelio debe ser predicado a los gobernantes y a las personas en autoridad.
5. El pan y el vino simbolizan el cuerpo partido y la sangre derramada de Cristo, sabiduría de Dios, que da su vida a todos los que se apropian de ella por la fe (Mt 26:26-28; 1Cor 11:23-26).
6. Los apóstoles Simón y Andrés, y los hijos de Zebedeo, dejaron no simplezas, sino su oficio de la pesca, para convertirse en pescadores de hombres (Mt 4:18-22).
Charles Bridges (5) propone una interpretación original de esta estrofa que quisiera glosar libremente: La sabiduría, personificada como una reina según la costumbre oriental, envía a sus siervas (los apóstoles) para invitar a la fiesta que ha preparado (Mt 22:2-4). Ha edificado su casa (la iglesia del Dios viviente, 1Tm 3:15) firmemente sobre los pilares de la verdad eterna (Ef 2:20,21). La víctima ya ha sido sacrificada (1Cor 5:7; Is 25:6). Ella llama a todos (Is 55:1,5) a comer del pan de vida y a beber del vino de la gracia (Mt 26:26-28). 
7. Es curioso que se aconseje no reprender al que más lo necesita, por medida de prudencia, para no atraer su venganza. Esta recomendación parece estar en oposición a aquello en lo que consiste el oficio del profeta, esto es, advertir a los prevaricadores el fin que le espera,  pero, en realidad, no se trata de eso. Este proverbio es un consejo de prudencia. No es aconsejable corregir al que no va a escuchar y va a tomar muy mal tus observaciones, como bien dice el proverbista: “El escarnecedor no ama al que lo reprende, ni se junta con los sabios.” (15:12), como también dice que por muy oportunas que sean tus reflexiones, las despreciará. Si es un hombre poderoso buscará vengarse de tu osadía.
Recuérdese en este sentido lo ocurrido al profeta Micaías con el rey Acab en 1 R 22:1-25, especialmente los tres últimos versículos. Cuando el rey Acab oyó el anuncio del trágico final que lo esperaba, se encolerizó y ordenó que encarcelaran al profeta atrevido (v. 26-28; cf 2Cro 25:15,16). Jesús dijo: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” (Mt 7:6).
El oficio de profeta no se ejerce por iniciativa propia, sino por un llamado divino que lleva aparejado el arrostrar los riesgos de la misión encomendada. El profeta actúa de manera imprudente porque su misión lo exige. Pero el que no tiene ese llamado no debe correr riesgos inútiles (c.f. Pr 15:12a).
Es verdad que debemos distinguir entre el escarnecedor ignorante, y el que se burla con pleno conocimiento de lo que hace. Pablo persiguió a los cristianos porque era ignorante de la verdad, pero tan pronto como ésta le fue revelada sobrenaturalmente (Hch 9:1-19), se convirtió en su más denodado apóstol. En cambio, como bien apunta Charles Bridges, la mayoría de sus compatriotas rechazaron obstinadamente el mensaje de salvación que él les traía  (Hch 13:45,46,50; 18:6). ¡Cuánta compasión merecen, en efecto, los que rechazan toda noción de Dios, y se oponen  acerbamente a los que predican! (Sal 14:1a). Su destino final es terrible. De otro lado, guardar silencio puede ser en algunos casos la reprensión más elocuente y efectiva (Am 5:13).  
8a. “No reprendas al escarnecedor…” (6)
8b. "Corrige al sabio y te amará". El que ama el saber recibe la instrucción con agrado, y por eso ama también al que lo instruye. En Sirácida 8:14 se da un consejo semejante. (7)
          9. Esto coincide con lo que dice Jesús: Al que tiene le será dado más. (Mt 25:29) La razón se encuentra en los proverbios 12:1a 15:14a y 18:15. El entendido valora la sabiduría y tiene en gran estima el conocimiento, pues sabe cuán útil puede ser en la vida, y cuán peligrosa es la carencia de ambas cosas. Pero para que la amonestación sea bien recibida debe ser hecha con palabras amables, inspiradas por el amor. La reprensión dicha con dureza provoca rechazo. Llegará el día en que los hombres cerrarán sus oídos a toda amonestación, por razonable que sea, porque estarán empeñados en seguir el mal camino que ciegamente han escogido. Ap 22:11a dice: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía…”
          Todos los seres humanos tratan de incrementar lo que tienen, sea dinero, o conocimiento, o influencias, o amistades, o poder, etc. El que está inclinado al bien tratará de incrementar lo bueno que posee; el que lo está al mal, lo malo. Es una ley de la vida que se cumple en campos tan variados como el deporte, la ciencia, el dinero, la delincuencia, la política… Todos queremos tener más.
          Ironside (8) escribe: “Cuanto más superficial y vana es una persona, menos desea escuchar un consejo prudente; mientras que los que son sabios se alegran de escuchar al que puede corregirlos e instruirlos. Por lo general, cuanto menos un hombre sepa, más cree saber. Cuanto más sepa realmente, tanto más es consciente de su ignorancia y limitaciones.” Eso coincide con el dicho de Sócrates: “Sólo sé que no sé nada.”  
Notas: 1. La palabra "pan" en hebreo (lejem) significa también "alimento" en general. De ahí viene el nombre de la ciudad donde nació el Salvador "Beth-lejem" = casa de pan o de alimento.
2. “Escarnecedor” (luts) podría también traducirse como “arrogante” (Is 28:22).
3. Algunos comentaristas antiguos ven en la casa que la sabiduría edificó para sí, una alusión al cuerpo de Cristo quien, como hemos visto, es la sabiduría misma (Pr 8:22-31) y, que por el poder del Espíritu Santo, se hizo carne en el cuerpo virginal de María.
4. Nótese que en Is 55:1-3 Dios llama a los hambrientos y sedientos de conocimiento en términos semejantes (cf Sir 15:3).
5. Charles Bridges (1794-1869) fue educado en Queen’s College, Cambridge, y ordenado en 1817. Ocupó diversos pastorados en la Iglesia de Inglaterra, de cuyo partido evangélico fue un prominente líder. Es recordado sobre todo por su obra expositiva (Salmo 119, Eclesiastés, entre otros). Su Exposición del Libro de los Proverbios, muy apreciada por Ch. Spurgeon, es el mejor comentario que conozco de este libro. Se puede conseguir en internet.
6. Tres ejemplos de reprender y ser aborrecido: 1) José, que fue odiado por sus hermanos porque informaba a su padre de la mala fama que tenían: Gn 37; 2) El profeta que amonestó a Amasías por rendir culto a los ídolos de los edomitas, y fue por ello amenazado de muerte: 2Cro 25:14-16; 3) Juan  Bautista, que reprendió a Herodes el tetrarca por haber tomado por esposa a Herodías, la mujer de su hermano, y fue decapitado: Mt 14:1-10. (F.J.Dake)
7. Tres ejemplos de reprender y ser amado: 1) El profeta Natán que echó en cara a David su adulterio y el crimen que había cometido, e hizo que se arrepintiera: 2Sm 12:1-14; 2) Los discípulos de Emaús que fueron reprendidos por Jesús porque no creyeron que Él había resucitado: Lc 24:25-35; 3) Pedro que había negado a Jesús tres veces (Mt 26:69-75), y fue amonestado por Jesús resucitado tres veces, a la vez que se le confería una misión: Jn 21:15-17. (F.J. Dake)
8. H.A. Ironside (1876-1951), nació en Toronto, Canadá. Aunque autodidacta de formación, alcanzó un alto grado de erudición demostrada en los 51 libros de comentarios de la Biblia que escribió, que se distinguen por la claridad de su mensaje.  Fue pastor durante 18 años de la iglesia Moody Memorial Church de Chicago (su único pastorado) pero predicó incansablemente la palabra de Dios hasta su muerte, donde quiera que lo llamaran.

Estimado lector: Si tú no estás seguro de que cuando mueras vas a ir la presencia de Dios y a gozar de su compañía para siempre, yo te exhorto a arrepentirte de todos tus pecados y a pedirle humildemente perdón por ellos haciendo la siguiente oración:
Señor Jesús, yo me arrepiento sinceramente de todos mis pecados y de todo el mal que he cometido hasta hoy. Perdóname, Señor, te lo ruego; lávame con tu sangre. Entra en mi corazón y sé el Señor de mi vida. En adelante quiero vivir para ti y servirte.

#922 (17.04.16). Depósito Legal #2004-5581. Director: José Belaunde M. Dirección: Independencia 1231, Miraflores, Lima, Perú 18. Tel 4227218. (Resolución #003694-2004/OSD-INDECOPI). 

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