Pasajes seleccionados de mi libro
“MATRIMONIOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO”
MATRIMONIO Y
FELICIDAD.
Cuando los
hombres son desgraciados en su casa se van a buscar la felicidad afuera, y lo
que encuentran son dolores de cabeza, porque “el pan comido en oculto” puede
ser sabroso, pero es venenoso (Pr 9:17). Esos son los frutos de no saber
aprovechar la felicidad que se tiene en casa. No tendrían necesidad de buscarla
afuera si tan sólo cultivaran la felicidad que tienen en el hogar.
Muchos maridos
tienden a echar la culpa a su mujer cuando las cosas no andan bien en el
matrimonio, y encuentran en la iglesia quienes les respalden en esa actitud. El
hilo se rompe siempre por lo más delgado. Pero ¿quién es el responsable de que
las cosas no anden bien? ¿La cabeza o el cuerpo? Cuando una compañía arroja
pérdidas ¿a quién le pide cuentas el directorio? ¿A los empleados, al portero,
o al gerente general? Eva pecó primero que Adán pero ¿a quién llamó Dios? ¿a
Eva o a Adán? “Mas el Señor llamó al hombre...”, (Gn 3:9). El hombre es
responsable no sólo de sus propios errores sino también de los de su mujer y de
sus hijos menores, y a él le pedirá cuentas Dios. No obstante muchos culpan a
la mujer y absuelven al hombre. ¿No han leído las Escrituras?
(Estos pasajes están
tomados de las páginas 115 y 116 de mi libro “Matrimonios que Perduran en el
Tiempo”)
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