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viernes, 23 de mayo de 2014

LA ESTIMA MUTUA

Pasaje tomado de mi libro
Matrimonios que Perduran en el Tiempo

LA ESTIMA MUTUA se manifiesta también en la forma cómo los esposos se
tratan el uno al otro frente a terceros, es decir, cuando salen, cuando están en sociedad, o con amigos. Frente a terceros los esposos nunca deben permitirse palabras hirientes o despectivas, o bromas de mal gusto. Eso es una falta de respeto grave al cónyuge. Si se respetan en la intimidad también deben respetarse en público. También es de muy mal gusto que un esposo, o que una esposa, hable mal de su cónyuge delante de otros, que lo critique, aunque tenga razones para estar descontenta, pero no tiene nada –salvo elogios- que hablar de él, o él de ella, en público frente a terceros, porque eso degrada el matrimonio. Los asuntos de la pareja son de ellos, son íntimos, personales, no deben ventilarse afuera.
(Pág. 195. Editores Verdad y Presencia, Telf. 4712178, Petit Thouars 1189, Lince)


viernes, 4 de abril de 2014

LA ESTIMA MUTUA DEMOSTRADA ANTE TERCEROS

Pasaje Tomado de mi libro
Matrimonios que Perduran en el Tiempo
LA ESTIMA MUTUA DEMOSTRADA ANTE TERCEROS.
Es muy importante también… mantener y demostrar la estima que se tienen los esposos ante terceras personas. Desgraciadamente no siempre ocurre que los esposos se comporten de esa manera. Los parientes, los padres, los suegros, los amigos, ellos deben sentir que la unión de ambos es indestructible. Deben sentirlo a través de la actitud que marido y mujer guardan cuando están con otras personas. Esas personas deben sentir la santidad del matrimonio y el amor mutuo que ambos esposos se tienen. Los amigos que visiten la casa deben sentir la estima que los esposos se tienen el uno por el otro, de tal manera que nadie, nadie, se atreva a hablarle a uno de ellos, al esposo o a la esposa, mal del otro.
Sabemos, sin embargo, que incluso en ambientes cristianos ocurre que una persona puede venir a hablarle a la esposa mal de su marido. Es menos frecuente que le hablen al marido mal de su mujer; los hombres son menos habladores. Pero es un espíritu destructivo, de celos, de envidia, el que empuja a ciertas mujeres a hablarle a la esposa mal de su marido. No obstante, si la actitud de ambos, o la actitud de ella en especial, fuera tan respetuosa, tan considerada con su marido, ninguna mujer se atrevería a hablarle mal de su marido. Y si lo hiciera, la mujer en esos casos debe inmediatamente callarla, taparle la boca a la mala amiga y decirle: No me sigas hablando mal de mi marido, no quiero oír eso. Esto es, aun en ese aspecto debe la esposa serle fiel a su marido, y el marido, fiel a su mujer. Guardar la estima hacia fuera, es decir, frente a terceros, es una señal de la unidad de la pareja, unidad que nadie se debe atrever a empañar.
Este pasaje está tomado de mi libro “Matrimonios que perduran en el tiempo”, págs 192 y 193. EDITORES VERDAD & PRESENCIA. AV. PETIT THOUARS 1191, SANTA BEATRIZ, LIMA, TEL. 4712178.



martes, 27 de agosto de 2013

DIOS CREÓ AL HOMBRE Y A LA MUJER PARA QUE SEAN UNO

Pasaje tomado de mi libro
Matrimonios que Perduran en el Tiempo
DIOS CREÓ AL HOMBRE Y A LA MUJER PARA QUE SEAN UNO, no en infelicidad sino en felicidad. Y la esposa, la mujer es el mayor bien que el hombre puede recibir en la vida, después de la salvación. Proverbios dice al respecto:  “El que halla esposa, halla el bien, y alcanza el favor del Señor” (18:22). Tu bien, tu bien personal es la mujer que tienes al lado, es la mujer que duerme contigo, tu esposa. Atesora ese bien que el Señor te ha dado. ¡Cuídala, cuídala! porque esa responsabilidad es una parte muy importante del matrimonio. Trátala, como dice el apóstol Pedro en otra parte, “como a vaso más frágil” (1P3:7).
¿Cómo tratamos nosotros a una porcelana, a una cerámica frágil?, Con muchísimo cuidado. No se vaya a romper. Un vaso de plástico lo ponemos aquí, o allá, y si se cae no se rompe. No trates a tu mujer como si fuera un vaso de plástico, sino como un vaso de porcelana fina. Trátala con guantes de seda y ella te responderá de la misma manera, con igual gentileza. “Vuestra gentileza sea conocida por todos”, escribió el apóstol Pablo (Flp 4:5). Si eres gentil con todos pero no con tu mujer, no en tu hogar, eres un hipócrita.
Nosotros los hombres en el Perú no estamos acostumbrados a portarnos así. Somos bruscos y desconsiderados con nuestras mujeres, como si eso fuera lo varonil, lo macho, cuando es precisamente lo contrario.
(Pasaje tomado de las páginas  114 a 115. Editores Verdad y Presencia, Tel 4712178)


miércoles, 29 de mayo de 2013

MATRIMONIO Y FELICIDAD - Pasajes Seleccionados

Pasaje seleccionado de mi libro
“MATRIMONIOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO”

MATRIMONIO Y FELICIDAD

La primera obligación del hombre casado es hacer feliz a su mujer. Los hombres se casan para ser felices, pero ¿puede un hombre ser feliz en el matrimonio si su mujer no es feliz? Para casarse se necesitan dos. Para ser felices en el matrimonio también se necesitan dos. No puede ser el hombre feliz él solo si es que ella no es feliz. Y viceversa, la mujer no puede ser feliz ella sola si no hace feliz a su marido.
Naturalmente es obligación de ambos hacerse felices el uno al otro… Es algo recíproco. Para eso se casan. Dios los creó para que sean uno no en la infelicidad sino en la felicidad. Pero la responsabilidad principal en esta tarea incumbe al hombre. Para eso él es el sacerdote de su casa.
(Pág 107.  Editores Verdad y Presencia, Tel. 4712178)