Pasajes Seleccionados
de mi libro
MATRIMONIOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO
LA VIRGINIDAD EN LA MUJER hoy día tan puesta en duda, y hecha
objeto de burla con tanta frecuencia…. está inscrita en la naturaleza, que ha
puesto para proteger su intimidad una membrana que al ser penetrada y rasgarse,
sangra.
El matrimonio es por ello un pacto de sangre entre marido y mujer, un
pacto que ambos se juran ante Dios y que ellos sellan con la sangre que ella
derrama la primera noche. La mujer es en cierta medida la víctima sacrificial,
la ofrenda que se inmola al entregarse a su marido. Y ella es a la vez el altar
donde se consuma ese sacrificio.
Marido y mujer se ofrendan mutuamente su amor en su primera
noche sobre el altar del cuerpo de ella, del cual brota la sangre que sella su
pacto mutuo. Es un pacto que tiene a Dios por testigo, un pacto inviolable, el
pacto de su Dios, como dicen Malaquías y el libro de Proverbios (Mal 2:14; Pr
2:17).
El altar sobre el cual se consuma ese pacto, y se renueva
cada vez que los esposos se unen, debe ser puro, santo, como debía serlo el altar de los sacrificios en
el tabernáculo.
(Este
pasaje está tomado de las páginas 28 y 29 de mi libro “MATRIMONIOS QUE PERDURAN
EN EL TIEMPO”. Editores Verdad y Presencia, Tel. 4712178)
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