“ENTRA A TU CUARTO Y CIERRA LA PUERTA”
CONTRASTES EN JESÚS III
“…entra a tu cuarto y
cierra la puerta…” Eso no quiere decir que
no debamos orar en público, pues hay ocasiones para hacerlo. Pero la oración en
público suena vacía, hueca, cuando no tiene el soporte de la oración privada,
que es de donde viene la unción del Espíritu. Si nosotros no oramos en nuestra
cámara secreta, en intimidad con Dios, ¿con qué autoridad podemos orar en
público?
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