LA MAGDALENA III
Quizá
alguno diga: “Entonces si estoy en Cristo Jesús, ¿puedo pecar a mis anchas?”,
como, en efecto, algunos acusaban a Pablo de sostener. No, no es así. Jesús le
dijo una palabra clave a la mujer: "Vete
y no peques más". La realidad del arrepentimiento se prueba en que el
individuo cambia de vida, y no vuelve a pecar habitualmente. De lo contrario su
arrepentimiento no sería más que un sentimiento pasajero. Pero el verdadero
arrepentimiento es un estado.
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