LA GLORIA DE SER EL SEGUNDO
(EL PROFETA ELISEO II)
El
discipulado comienza por el servicio. Sólo cuando se es fiel en lo humilde y
sencillo se puede acceder a responsabilidades mayores. Para llegar a ser el
primero es necesario haber sido un buen y fiel segundo -o tercero, o cuarto,
etc., esto es, un buen subordinado.
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